El rugbier, condenado a cadena perpetua, fue trasladado y aislado luego de un violento conflicto con otro preso. Su aparición en la serie documental de Netflix generó tensiones dentro del penal.
Desde que Máximo Thomsen decidió participar del documental sobre el asesinato de Fernando Báez Sosa, su vida dentro de la cárcel se volvió aún más conflictiva. La exposición pública reactivó tensiones internas y, en las últimas semanas, derivó en un violento episodio que obligó a las autoridades penitenciarias a intervenir.
Un enfrentamiento que cambió su situación en prisión
Según fuentes del Servicio Penitenciario Bonaerense, el 12 de octubre Thomsen protagonizó una pelea con otro interno en la Alcaidía N.º 3 de Melchor Romero, donde cumple su condena a prisión perpetua. Tras el incidente, fue trasladado a otra zona del penal y sometido al protocolo de aislamiento preventivo, una medida habitual cuando se registran conflictos que podrían escalar.
El objetivo del traslado fue evitar represalias y garantizar la seguridad del interno, dado el clima hostil que se generó alrededor de su figura tras el estreno del documental.
El documental aumentó su exposición y generó rechazo interno
Su aparición ante las cámaras generó malestar entre otros reclusos. De acuerdo con fuentes consultadas, la presencia de Thomsen en una producción de alcance internacional como la de Netflix provocó celos, tensiones y cuestionamientos dentro del pabellón.
En el ámbito carcelario, explican, la visibilidad pública de un detenido altera las jerarquías internas y puede desencadenar situaciones de intimidación o violencia.
“Cada vez que un interno toma notoriedad mediática, se generan roces y desconfianza”, señalaron allegados al penal. Ese contexto explica la decisión de las autoridades de aislarlo y reforzar su custodia.
Un presente complicado
A pesar de que Thomsen buscó ofrecer su versión de los hechos en el documental, la exposición terminó complicando su situación cotidiana. Actualmente se encuentra separado del resto de la población carcelaria y bajo seguimiento permanente para prevenir nuevos conflictos.


