El domingo por la noche, la localidad de Comandante Andresito, en el extremo nordeste de Misiones, fue escenario de un femicidio seguido de suicidio que conmocionó a la fuerza policial y a toda la provincia. La víctima fue Daiana Raquel Da Rosa, oficial de la Policía de Misiones, asesinada por su ex pareja y colega, Natanael Comes, quien luego se quitó la vida tras enfrentarse a tiros con sus compañeros.
Según el informe del médico forense, Da Rosa recibió tres impactos de bala: uno en la clavícula, otro de refilón y un tercero, letal, en la cabeza. Los peritos determinaron que los disparos fueron realizados con el arma reglamentaria de la propia víctima, ya que Comes llegó desarmado al domicilio. El primer disparo habría sido en la clavícula, seguido por el de refilón, y finalmente el ejecutado en la cabeza, lo que sugiere una secuencia de violencia extrema.
El hecho ocurrió en una vivienda del barrio 80 Viviendas, donde ambos policías habían compartido una relación sentimental que ya estaba terminada. A pesar de la ruptura, seguían trabajando en distintas dependencias de la misma unidad regional. La discusión que precedió al crimen habría estado motivada por una supuesta nueva relación de Da Rosa con otro integrante de la fuerza.
Tras cometer el femicidio, Comes se atrincheró en la casa y se tiroteó con los efectivos que acudieron al lugar tras el llamado de los vecinos, quienes alertaron al 911 al escuchar gritos y disparos. En medio de la tensión, el agresor transmitió en vivo el momento previo a su suicidio. En el video, se lo ve con una pistola bajo el mentón, despidiéndose de sus compañeros con frases como «Ya es tarde«, “Los quiero mucho, gracias gente” y “Lo siento, grupo, lo siento”, antes de accionar el gatillo.
Comes fue trasladado con signos vitales al hospital local, pero falleció poco después. Desde la Jefatura de Policía confirmaron que no existían antecedentes de denuncias judiciales ni sanciones administrativas entre ambos oficiales.
El caso abrió un nuevo debate sobre la violencia de género dentro de las fuerzas de seguridad, donde las relaciones personales y laborales se entrelazan en contextos de alta presión. La comunidad de Andresito y la Policía de Misiones siguen conmocionadas por el desenlace de una historia que terminó en tragedia.





