La ciudad tucumana de Aguilares continúa conmocionada por el crimen de José Antonio Romano, un contador de 52 años que fue hallado muerto dentro del freezer de su casa el último domingo. A medida que avanza la investigación, la autopsia preliminar permitió esclarecer parte de lo ocurrido en el interior de la vivienda, donde no se registraron signos de violencia ni de robo.
Según informaron fuentes judiciales, el cuerpo de Romano no estaba desmembrado, como se había informado en un principio, sino que fue introducido entero dentro del congelador. Los peritos concluyeron que la víctima murió por estrangulamiento mecánico, ya que presentaba marcas compatibles con ahorcamiento y una herida profunda en el cuello.
El fiscal Miguel Varela, de la Unidad Fiscal de Homicidios del Centro Judicial Concepción, confirmó el hallazgo y precisó que el deceso habría ocurrido entre la tarde del sábado y las primeras horas del domingo.

El caso de José Antonio Romano que conmocionó a Tucumán
Romano vivía solo en una casa ubicada en la esquina de avenida General Savio y Virgen del Carmen, en el sur de la provincia. Fue su hermana quien dio aviso a las autoridades al no poder contactarlo.
“Ella manifestó que él no aparecía y tampoco había avisado nada. Luego recibió un mensaje suyo, pero advirtió que por la forma de escribir no era su hermano”, explicó el fiscal Varela.
Al llegar, los investigadores encontraron manchas de sangre y rastros de arrastre hacia el freezer, aunque el resto del domicilio estaba ordenado y sin puertas forzadas.

El contador, que además trabajaba en la Dirección General de Rentas de Tucumán, era descrito por su entorno como una persona reservada, de bajo perfil, y sin antecedentes de conflictos ni amenazas.
Su camioneta fue hallada cerrada a pocas cuadras de su casa, en el barrio Villa Nueva, cerca de una cancha de fútbol. Los investigadores planean realizar una inspección detallada del vehículo en los próximos días y analizan cámaras de seguridad de la zona para reconstruir sus últimos movimientos.
Hasta el momento, no hay detenidos ni hipótesis firmes sobre el móvil del crimen. La fiscalía trabaja con el apoyo del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) y continúa tomando testimonios de allegados a la víctima.
“Estamos relevando el entorno fílmico para identificar vehículos o personas que pudieran haber ingresado al domicilio”, señaló Varela, mientras el caso, uno de los más estremecedores del año en Tucumán, mantiene en vilo a toda la comunidad.





