
La semana pasada, tuvo lugar en el SUM de la Comunidad de calle 18 la primera sesión del Consejo de la Economía Popular y Solidaria, creado a partir de la Ordenanza 259/2024, que fuera aprobada por unanimidad el pasado 13 de diciembre.
Durante el acto, del que participaron miembros del Conicet, el Consejo Social de la UNLP, la Secretaría de Producción de la UNLP, la subsecretaria provincial de Economía Popular y representantes del Ejecutivo y el Concejo locales, se firmó el Libro de Actas y se dispuso la fecha para la materialización del segundo encuentro. Además, se presentó la Ordenanza de creación del espacio, se repasaron objetivos, alcances y agenda y se creó y reglamentó el Registro de la Economía Popular, Social y Solidaria de la Municipalidad.
Tras las presentaciones formales, a cargo de Viviana Mustafá, referente del Movimiento Evita y funcionaria comunal, se trabajó en comisiones específicas vinculadas a las diferentes problemáticas, espacios desde los que se buscará proponer políticas para dar respuesta a las necesidades concretas del sector.
Razones
El Consejo nace, según justifica la Ordenanza, en un número que surge de informes oficiales: el 60% de los trabajadores es parte de la economía popular, social y solidaria, entendida como “toda actividad creadora, organizativa y productiva asociada a mejorar los medios de vida de los actores con vulnerabilidad social; con el objetivo de generar y/o comercializar bienes y servicios que sustenten su propio desarrollo o el familiar”.

Según se detalla, este tipo de economía comprende a trabajadores asociados, autogestionados, independientes, emprendedores ocasionales, organizados en Unidades Productivas o unidades Cooperativas y/o excluidos de la economía formal. A la vez se considera que el Estado debe garantizar “la igualdad de oportunidades, la seguridad social, un trabajo digno y el progreso económico para todos los habitantes del suelo argentino”.
El Consejo dependerá de la órbita de la Secretaría de Desarrollo Social y será un ámbito institucional permanente que buscará las herramientas para sostener, promover y fortalecer este tipo de economía, permitiendo a sus integrantes, individual o colectivamente “desarrollar procesos de producción, transformación, intercambio, comercialización, financiamiento y consumo de bienes y servicios, para satisfacer sus necesidades, las de sus familias y comunidades y generar ingresos, promoviendo relaciones de solidaridad, cooperación y reciprocidad en armonía con el entorno, generando condiciones dignas de trabajo y privilegiando al ser humano como sujeto y a la producción social de una vida digna como su fin”.
Integrantes
La coordinadora comunal Viviana Mustafá indicó que serán parte de la estructura un mínimo de tres representantes del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo, y un mínimo de tres representantes de las ‘organizaciones libres del pueblo de la ciudad’. Con dichos actores, se apuntará a conformar mesas de trabajo para delinear políticas públicas. Según detalló, el Consejo trabajará sobre 3 ejes, apuntando a convertirse en punto de difusión, punto de presentación de programas y punto de generación de políticas públicas.

Incumbencia
Según lo establecido, en el ámbito de acción del Consejo se engloban temáticas que hacen a la infraestructura social y el mejoramiento ambiental (nuevas viviendas, terminación de viviendas, mejoramiento de viviendas, mejoramiento de escuelas e instituciones barriales, obras de agua y cloaca, luminarias, etc); servicios comunitarios (cuidado de personas, recuperación de adicciones, medios comunitarios, talleres culturales, etc); producción popular (indumentaria y textiles, carpintería, zinguería, bloqueras, etc); agricultura familiar y campesina (pescadores, cazadores y recolectores, leñeros, etc) y comercialización popular (feriantes, vendedores ambulantes y artistas populares).
