El mal momento económico, con salarios atrasados con respecto a los aumentos de precios, se nota fuerte en el consumo. Como muestra, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informó que, en mayo, las ventas minoristas cayeron 2,9 por ciento interanual. Además, la baja es de 0,7 por ciento con respecto a abril.
Esta situación se replica en la calle. Así, por ejemplo, en el centro del municipio vecino de Morón, Micaela, una estudiante, expresó a Radio Universidad que “está todo muy caro” y que “no se puede comprar nada”. “Comprar algo en un kiosco mientras esperás un colectivo, por ejemplo, ya no se puede, es cosa del pasado”, aseveró.
Por su parte, Helena, otra transeúnte, dio cuenta del impacto de los constantes aumentos en los alimentos en el bolsillo de la población, que debe recurrir a alternativas más económicas: “Lo más complicado para comprar es la carne, es donde más noto los aumentos. El otro día compré tres cortes de carne y pagué 40.000 pesos”.
Además, hizo hincapié en que, más allá de los alimentos, los incrementos de precios se notan en los distintos servicios que la comunidad debe usar: “Encima, los sueldos están aumentando muy poco. Nada que ver con los servicios, como la luz, el gas y los colectivos, que aumentan todos los meses”.
El consumo, en números
Según el relevamiento de la CAME, el peor momento del consumo se registró en enero de 2024, tras la devaluación del 118 por ciento aplicada por Javier Milei a un mes de asumir la presidencia. Y, volviendo a mayo, el 55,6 por ciento de los encuestados consideró que no es buen momento para realizar inversiones, en tanto que el 14,4 dice que invertirá.
Con respecto a los rubros, la mayoría tuvo una caída interanual de ventas, siendo el más golpeado Alimentos y bebidas, con un descenso de 7,6 por ciento. Le siguieron Ferretería y Materiales eléctricos y de construcción, con una baja de 2,6 por ciento; Textil e indumentaria, con -1,6; y Calzado y marroquinería, con -0,5.
