Vesículas similares a precursores celulares podrían formarse espontáneamente en los gélidos lagos y mares de hidrocarburos de la superficie de Titán, la luna más grande de Saturno y la segunda más grande del sistema solar, según un estudio de la NASA publicado en la Revista Internacional de Astrobiología.
A partir del conocimiento actual sobre la atmósfera y la química de Titán, los investigadores intentaron reconstruir el proceso hipotético que conduciría a la formación de vesículas, un paso crucial en la formación de los precursores de las células vivas o protocélulas.
El proceso involucra moléculas llamadas «anfífilos», que bajo ciertas condiciones pueden autoorganizarse en vesículas. En la Tierra, estas moléculas tienen un extremo hidrófobo (que teme al agua) y un extremo hidrófilo (que prefiere el agua).

Al entrar en contacto con el agua, estas moléculas pueden agruparse y formar esferas similares a pompas de jabón, donde la parte hidrófila de la molécula mira hacia afuera para interactuar con el agua, protegiendo así la parte hidrófoba que mira hacia adentro.
En condiciones adecuadas, se pueden formar dos capas, creando una esfera similar a una célula con una membrana de doble capa que encapsula una bolsa de agua en su interior.
En Titán, los investigadores plantean la hipótesis de que las vesículas podrían formarse cuando las gotas de lluvia de metano impactan en las superficies de lagos y mares de hidrocarburos, generando rocío.

Si las superficies de los mares de Titán están cubiertas de capas anfifílicas, también lo estarán las gotitas de rocío marino. Esto significa que cuando estas gotitas, lanzadas a la atmósfera, caen de nuevo en los mares de metano, se encuentran con la capa marina anfifílica y forman una vesícula de doble capa.
Con el tiempo, estas vesículas podrían dispersarse en lagos y mares, interactuando en un proceso evolutivo que conduce a la formación de protocélulas.
Esta hipótesis alimenta el entusiasmo por la próxima misión Dragonfly de la NASA, programada para partir hacia Titán en 2028.

El helicóptero-dron llegará a su destino en 2034, y aunque no tendrá los instrumentos adecuados para detectar la presencia de vesículas, aún podrá recopilar datos valiosos sobre la química y la habitabilidad de la luna de Saturno.
Agencia ANSA.
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