En épocas de alta inflación, los precios suben constantemente y llegar a fin de mes se convierte en una misión (casi) imposible que nos vemos obligados a enfrentar. Ir al súper, pagar el alquiler, tener al día los servicios y qué decir si tenemos que comprar algún extra… El dinero no alcanza.
Sin embargo, cuando la inflación baja (en mayo de 2025, en la Argentina fue del 1,5%) y el tipo de cambio se mantiene estable, las cosas cambian. Entonces, para que la plata se escurra de los dedos aparecen otras razones, además de la suba de precios que comienza a desacelerarse.
Una de las maneras de que el dinero comience a alcanzar, y hasta sobrar, es aumentar los ingresos. Pero no termina con los problemas porque existe una máxima: cuanto más ganas, más gastas.
Por eso, conviene conocer las causas por las cuales los billetes y los depósitos en la cuenta bancaria suelen terminarse antes de fin de mes, haya o no inflación.

Estas son algunas de las razones de este fenómeno, y consejos para que puedas revertirlo, publicados en el sitio de noticias Excelsior, de México.
1) No diferenciar entre gustos y necesidades. Uno de los principales motivos de que el dinero se acabe rápido es la falta de claridad entre lo que realmente necesitas y lo que deseas. Gastar sin un plan suele llevar a destinar grandes sumas en productos o servicios innecesarios. Para evitar esto, es fundamental registrar tus gastos y clasificarlos en dos categorías: fijos y variables. Los primeros incluyen rubros como alimentación, alquiler, transporte y servicios básicos. Y los variables, salidas, ropa o entretenimiento.
2) Vivir en el presente. Esta es una mentalidad muy de moda que puede resultar perjudicial para las finanzas. Gastar de manera impulsiva, con frases como “ya veremos mañana” o “el dinero es para disfrutarlo ahora” lleva a no tener un “colchón financiero” en caso de emergencias. El hábito del ahorro es esencial para romper este patrón. En la medida de lo posible, crea un fondo de emergencias.
3) Mal uso de la tarjeta de crédito. La tarjeta es una herramienta financiera útil si se utiliza con responsabilidad, pero puede convertirse en un problema si solo pagas el monto mínimo o la usas para cubrir gastos cotidianos. Esta práctica acumula intereses que terminan absorbiendo buena parte de tu salario.

4) Gastar más de lo que ganas. Un error común es adquirir productos o servicios que están fuera de tu presupuesto. Esto no solo te deja con menos dinero, sino que a menudo genera deudas.
5) El ciclo interminable de las deudas. Cuando las deudas no se liquidan completamente y solo se pagan intereses, se forma un círculo vicioso que limita tu capacidad de ahorro y gasto. Este problema es frecuente en quienes no tienen un plan claro para reducir sus compromisos financieros. La mejor estrategia es priorizar el pago de las deudas con mayores intereses o aquellas que puedas saldar más rápido.
6) Uso de efectivo. Llevar grandes cantidades de dinero en efectivo es un hábito que facilita gastos impulsivos y aumenta el riesgo de sufrir un robo. Elige métodos de pago más seguros, como la tarjeta de débito, que ayuda a controlar mejor tus finanzas. Si necesitas efectivo, limita la cantidad a lo estrictamente necesario.