La Agrupación Hugo del Carril está sacudida por la inesperada muerte de un hombre, probablemente el último gran militante territorial que no se «hacía» sino que «era militante»: Sergio Arreguez.
Su muerte presenta una causa civil y penal porque, tanto la familia como la Hugo del Carril, entienden que Sergio fue víctima de una «mala praxis».
Su legado político es inmenso porque Sergio Arreguez vivió y sintió la política como parte esencial de su existencia. No se movió de Moreno Sur; su norte estuvo lejos de la acumulación material; era delegado, militante y amigo sin distinción de clase, partido o ideología. Es el inolvidable Delegado que dejó huellas que hacen un camino.
Martín Fraiz, figura política de la Hugo del Carril, rinde homenaje y asume compromisos: