El Museo Nacional de Países Bajos puso en exhibisión un preservativo de 200 años de antiguedad el cual tiene un grabado erótico de una monja semidesnuda y tres clérigos que «ofrece una visión de la sexualidad y la prostitución en el siglo XIX».
También conocido como Rijksmuseum, el museo -ubicado en Ámsterdam– inauguró su exposición «¿Sexo seguro?», que explora la sexualidad del siglo XIX a traves de varios grabados, dibujos y fotografías, y obras como
Entre las obras destacan «La lechera» de Vermeer, «La guardia nocturna» de Rembrandt y «Autorretrato» de Van Gogh. Pero «Voilà mon choix», que significa «Esta es mi elección», que esta inscripto en el extraño preservativo captó la atención.
Según el museo, se trata de una referencia a la pintura de Pierre-Auguste Renoir «El juicio de París», que a su vez representa un mito griego en el que se le pide a un príncipe troyano que juzgue un concurso de belleza entre tres diosas.
La curadora del Rijksmuseum, Joyce Zelen, explicó al medio inglés Daily Mail que la alusión a la mitología griega sugería que el propietario del profiláctico pudo ser un miembro de alto rango de la sociedad en ese momento.
«Creemos que quienquiera que haya adquirido el preservativo habría sido bastante sofisticado y bien educado», señaló.
De acuerdo con el museo, «se cree que fue un recuerdo de un burdel y sólo se conocen dos ejemplares que hayan llegado hasta nuestros días». «Esta obra revela que la imprenta se utilizaba en contextos muy variados», explicaron en un comunicado.
El preservativo de 200 años que desafía tabúes en el Rijksmuseum
El preservativo fue adquirido por 1.000 euros en una subasta en Haarlem, a las afueras de Ámsterdam, haces seis meses con el apoyo del Fondo FG Waller. Se cree que fue fabricado en 1830 con el apéndice de una oveja.
Con 20 centimetros, el preservativo es representativo de «una época en la que la búsqueda del placer sensual iba acompañada del temor a los embarazos no deseados y a las enfermedades de transmisión sexual, sobre todo la sífilis», explicaron desde el museo.
«Sentada con las piernas abiertas frente a tres clérigos, la monja señala con el dedo a uno de ellos. Los hombres, de pie, se levantan la túnica para mostrar su estado de excitación sexual«, detallaron.
Expuesto en la Sala de Grabados, la obra permanecerá hasta finales de noviembre en el Rijksmuseum. Foto: Museo Nacional de Países Bajos.Zelen remarcó que no está claro «si la monja del grabado está señalando al hombre calvo, al hombre delgado o al que parece tener un poco de sobrepeso». «De esa manera, cualquier tipo de hombre podría sentirse hablado«, agregó.
Expuesto en la Sala de Grabados, la obra permanecerá hasta finales de noviembre en el Rijksmuseum.
Un preservativo con historia
Antes de 1839, el año en que se inventó el caucho vulcanizado, los preservativos generalmente estaban hechos de lino, membranas de animales o, en algunos casos, caparazones de tortuga.
«En la década de 1830, cuando se fabricó este preservativo, el uso de preservativos todavía estaba mal visto, especialmente por la iglesia», explicó Zelen.
«En su mayoría se vendían bajo el mostrador en burdeles o peluquerías, aunque hay algunos informes de tiendas de lujo que ofrecían sastrería a medida», completó.
