El ciudadano israelí Simon Leviev, cuyo verdadero nombre es Shimon Hayat y quien inspiró el documental de Netflix “El estafador de Tinder”, fue detenido este lunes en el aeropuerto de la ciudad de Batumi por las fuerzas de seguridad de Georgia.
arresto se produjo en respuesta a la notificación roja para su captura emitida por Interpol, indicó el Ministerio del Interior georgiano sin ofrecer más detalles. Se trató, en específico, de “una solicitud dirigida a las fuerzas y cuerpos de seguridad de todo el mundo para localizar y detener a una persona a la espera de su extradición, entrega o acción legal similar”.
“Hablé con él esta mañana tras su detención, pero aún no entendemos el motivo”, declaró Sagiv Rotenberg, uno de sus abogados, al medio israelí Walla.
La película sobre la vida de Leviev fue estrenada en 2022 y narra la historia de un israelí que viaja por Europa haciéndose pasar por el hijo del magnate de los diamantes Lev Leviev.
El estafador conocía a mujeres a través de la red social Tinder y les pedía grandes sumas de dinero, supuestamente, para financiar sus lujos.
Según algunas estimaciones, Leviev consiguió hacerse con unos 10 millones de dólares estafando a sus víctimas.
Una historia de estafas que se volvió documental
El documental que fue furor en Netflix refleja la historia de tres mujeres que aseguran haber sido engañadas y robadas por Simon Leviev, tras conocerlo en la aplicación de citas.
Con una duración una 1 hora 50 minutos, está narrado por Cecilie Fjellhoy, Ayleen Charlotte y Pernilla Sjoholm, que habrían sido estafadas por cientos de miles de dólares por este galán.

La historia está basada en el reportaje que llevó a cabo el diario noruego VG, publicado en febrero de 2019, que cuenta el fraude sufrido por ellas, incluso una que confiesa haberle entregado unos 200.000 dólares.
Leviev dijo que las afirmaciones eran falsas y catalogó el documental como “una película inventada”.
Shimon Yehuda Hayu, tal su nombre original, nació en Tel Aviv en 1990 y pertenece a una familia ultraortodoxa judía.
Leviev, como se hacía llamar, fue acusado por primera vez de fraude en 2011 por robar y cobrar cheques de personas para las que había trabajado, pero pudo cruzar la frontera con Jordania con pasaporte falso y huir hacia Europa.
Su estrategia fue desaparecer por unos años del radar, hasta que surgieron algunas estafas de mujeres en Finlandia en 2015. Fue sentenciado a tres años de cárcel.
Dos años más tarde decidió regresar a su tierra y cambiar su nombre para adoptar el de Simon Leviev, con el que jamás imaginaría que se haría conocido internacionalmente a través de las pantallas.
ES