El rechazo de la Corte Suprema del recurso de queja de la ex presidenta Cristina Kirchner dejó firme el fallo que la condena a seis años de prisión y la inhabilitación para ejercer cargos públicos, lo que impide que sea candidata a diputada provincial por la populosa Tercera Sección Electoral. Esto obliga al peronismo a armar una nueva estrategia bajo el estado de shock de la sentencia.
La ex presidenta aseguraba a su entorno que el fallo saldría antes de la elección bonaerense, por eso sería «proscripta«. Aún así, en la reunión del jueves de la semana pasada con el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, primó la idea de una mesa de diálogo y buscar puntos de acuerdo para evitar una ruptura, de cara a las elecciones provinciales del 7 de septiembre.
Pero el impacto del fallo aún se percibe entre los dirigentes, que incluso dio lugar a algunas sorpresas. El martes a la noche hasta el domicilio de Cristina en el barrio de Constitución llegó con parte de su militancia Mario Secco, el intendente de Ensenada, que viene distanciado de Máximo Kirchner y hasta coqueteó con jugar con una boleta corta en su distrito.
No es el único. Dentro de la Tercera Sección en la que Cristina Kirchner quería ser candidata forman un quinteto. Se suman Jorge Ferraresi, de Avellaneda; Juan José Mussi, de Berazategui; Fabian Cagliardi, de Berisso y Fernando Gray, de Esteban Echeverría.
Comparten el descontento con Máximo Kirchner, presidente del PJ bonaerense, cuando faltan 28 días para la inscripción de alianzas partidarias y 38 para el cierre de listas. En una señal inesperada, Ferraresi convocó a su militancia y marchó a la casa de Cristina en la tarde del miércoles la Ciudad.
Hasta el lunes, el intendente de Avellaneda mantuvo conversaciones con otros dirigentes peronistas alejados del kirchnerismo como Juanchi Zabaleta (ex jefe comunal de Hurlingham). Ese sector también habla con los radicales del interior bonaerense en búsqueda de una alianza.
Pero sin Cristina Kirchner en la boleta, el interrogante es quién encabeza la Tercera, donde el peronismo no pierde desde 1997. La figura de la expresidenta puso en alerta a cinco de los 17 intendentes peronistas de esa Sección. Se plantaron con jugar con boleta corta de concejales en caso de que la lapicera seccional quede otra vez en manos de Máximo Kirchner. La discusión se calentó pero llegó el fallo judicial.
«Nos íbamos a juntar en estos días, pero paso todo esto. Está pendiente y no creo que el encuentro sea esta semana», aseguró un jefe comunal ante la consulta de este diario.
Aunque no hubo un sondeo oficial por el nombre en la Tercera, algunos intendentes se atajaron. «Si vienen con Máximo como candidato en la Tercera, no va a haber unidad«, repitieron a Clarín. Lo curioso es que no lo dijeron los cinco díscolos sino los que están promoviendo la unidad entre el sector del gobernador y el de Cristina Kirchner. Sin embargo, otros intendentes aseguran que Máximo no fue mencionado como posible candidato.
Por estas horas La Cámpora está con un esquema de movilización permanente en la puerta de la casa de Cristina. Esa guardia militante -no solo es camporista- incluye algún destrato a quien se atrevió a desafiar la autoridad de la ex presidenta.
Un resumen del estado de confusión se vio en San José al 1000, tras la condena: algunos militantes gritaban «Es con Axel», otros le soltaron «traidor» a Moreno, también había aplausos y festejos por la unidad.
Axel Kicillof cuando visitó a Cristina Fernández de Kirchner. Foto: Reuters/Tomas CuestaMás allá de la confusión, desde el sector de Kicillof se volvieron a mostrar conciliadores. «Vamos a tener que discutir los candidatos para todas las secciones electorales y también las candidaturas para la diputación nacional», sostuvo Carlos «Carli» Bianco, ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, en diálogo con Radio Con Vos.
En un nuevo escenario, puede volver la idea de un candidato no tan conocido como cabeza seccional en los 19 municipios de la Tercera. Ahí se renuevan 18 bancas de diputados provinciales y el peronismo pone en juego ocho. La estrategia de que no sea una cara conocida se respalda en que los intendentes traccionen desde la parte de concejales.
Pero pese al estado de ebullición por el fallo, a los gestos de unidad, a los acercamientos de los distantes a la casa de Cristina, todavía sobrevuela el fantasma de la ruptura: dos listas peronistas cuando La Libertad Avanza y el PRO van a la unidad en la provincia.
Y el panorama puede ser peor si durante el mes que falta para el cierre de listas se enfría el fervor unitario en el peronismo que erupcionó con el fallo de la Corte Suprema de este martes.
