
La tenista argentina Solana Sierra protagonizó una jornada histórica en Wimbledon al convertirse en la primera lucky loser en alcanzar los octavos de final del Grand Slam británico. La marplatense superó en tres sets a la española Cristina Bucsa, con parciales de 7-5, 1-6 y 6-1, y dejó una huella imborrable en el césped londinense.
Tras haber caído en la tercera ronda de la fase clasificatoria, Sierra ingresó al cuadro principal como repescada por bajas de última hora y ha sabido aprovechar la oportunidad al máximo: ya eliminó a Olivia Gadecki, a la británica Katie Boulter y ahora a Bucsa, consolidando una campaña sin precedentes para una jugadora en su condición.
El duelo ante Bucsa no fue sencillo. A pesar de conectar 28 golpes ganadores, la argentina cometió 44 errores no forzados y vivió momentos críticos, especialmente en el segundo set, cuando la frustración por el marcador adverso la llevó a golpear su raqueta con la mano, arrojándola al suelo y tratando de patearla. Producto de esa acción, se lesionó un dedo y requirió asistencia médica en pista, lo que obligó a una pausa de varios minutos.
Con un vendaje y visible dolor, perdió los tres juegos siguientes y comenzó el tercer set con quiebre en contra. Sin embargo, la joven tenista de Mar del Plata, que entrena en la Rafa Nadal Academy bajo las órdenes de Miguel Fragoso, mostró temple y carácter: encadenó seis juegos consecutivos y selló su clasificación con un contundente cierre.
En la siguiente ronda, Solana Sierra podría enfrentar a la estadounidense Madison Keys, campeona de Grand Slam, si esta logra superar a la alemana Laura Siegemund. Cualquiera sea su rival, la argentina ya inscribió su nombre en los libros de historia del tenis femenino.
Con esta clasificación, Sierra se convierte en la primera argentina en llegar a los octavos de final de Wimbledon desde Paola Suárez en 2004, un hito para el tenis nacional.
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