Entre el 60% y el 80% de los desarrolladores de software de EE.UU. contratan recursos humanos en países de Asia. Este factor, sumado a que varios de los clientes de la uruguaya Tecspal han crecido en ese continente, lo que ha incrementado la demanda de equipamiento para trabajo remoto, llevó a que la startup diera un gran paso: desembarcar en China. «Nuestra expansión global es empujada por nuestros clientes internacionales. Ellos y nuestros clientes nuevos nos llevan a empujar barreras», dijo a El Empresario Juan Pablo Bordaberry, CEO de Tecspal y socio de la empresa junto a Santiago Alcuri, Juan Manuel Cat y Matías García.
La startup abrió en 2022 y ofrece servicios de equipamiento tecnológico, envío, recuperación y almacenamiento de hardware, para equipos remotos de empresas. Trabaja actualmente en más de 120 países y se instala ahora en el gigante asiático luego de trabajar casi un año para abrir ese mercado. El proceso no ha sido sencillo debido a las dificultades que suponen la negociación a distancia con la barrera idiomática, las diferencias horarias y las complejidades de los pagos internacionales, indicó el CEO.
Tecspal ya trabaja en Filipinas, Malasia, Indonesia, Singapur, Tailandia y Japón. «Nos estaba faltando lograr operar en China», dijo el director de operaciones, Alcuri. Agregó que esto fue posible porque «chocaron dos mundos: el del empuje comercial y de los clientes, y el aspiracional, que una empresa uruguaya brinde servicios en China, que es un mercado con 50 millones de personas, es un gran logro», subrayó el ejecutivo.
Ingresar en el país asiático le permitirá a la empresa validar el servicio que ofrece para simplificarle a las compañías «un problema gigante como es el equipamiento para el trabajo remoto», indicó el CEO.
En China, Tecspal trabajará con clientes que tienen operaciones en el lugar y también buscará nuevos. Allí brindará servicio de la mano de socios locales.
Además de un gran logro, este paso es algo sorprendente para los emprendedores detrás de Tecspal. «Cuando te vas de la oficina a tu casa y frenás un poco, te das cuenta de que es tremendo estar operando en China con todo lo que eso significa a nivel de las barreras que hay y de la cultura», comentó Alcuri.
La empresa viene creciendo, no solo en facturación —que casi se cuadruplica año a año—, sino también a nivel del equipo. Recientemente se mudó a una nueva oficina en Montevideo, y se encuentra en el proceso de incorporar nuevos miembros al staff. El centro operativo de la empresa está en Uruguay, pero también existen representantes de la firma, por ejemplo algunos socios, trabajando en otros seis países.
Crecer en la región
La expansión a China es un hito para la firma uruguaya, que no descarta contratar personal en aquel país en el futuro. «Pero aún falta mucho por seguir creciendo», aseguró Bordaberry. Además de su llegada a este nuevo mercado, el plan de la startup incluye potenciar el ingreso en nuevos destinos en Asia y consolidar así su crecimiento en esa región. Para ello, será clave la presencia de Alcuri, quien se instalará en Manila, Filipinas.
Si bien el plan es que se mude por unos meses, entre marzo y junio, él está convencido de que su vínculo con Asia «será por mucho más tiempo» y que de esa operación saldrán buenos resultados. Instalarse en Filipinas le permitirá a la empresa uruguaya impulsar aún más la negociación con posibles clientes de la región —algo que actualmente sucede de forma remota—, además de ofrecerles la oportunidad de ingresar en nuevas industrias, conocer la cultura de negocios de las islas que componen al país y buscar clientes de mayor tamaño.
«Nos vamos a instalar allí, ver cómo funciona el país, para entender la cultura, el sistema de pagos, la parte legal y burocrática. Tener a alguien allá para que entienda las dificultades de ese tipo nos simplifica la vida. Pasó lo mismo cuando dLocal se quiso expandir a Asia. ¿Te querés desarrollar bien en una zona que no es la tuya? Tenés que tener presencia local», indicó Alcuri.
Además de seguir expandiendo las fronteras de sus servicios, otro de los objetivos que Tecspal tiene con este movimiento es mejorar sus KPI (indicadores de rendimiento, por sus siglas en inglés). En enero de este año, el tiempo promedio de entrega de equipos fue de 4,2 días, comentaron los socios.
Antes de mudarse de país, Alcuri reflexionó sobre el crecimiento de Tecspal y subrayó: «Tenemos una estructura muy sólida, un equipo muy fuerte, que creció mucho y muy rápido, pero con procesos muy claros y ordenados. Eso es lo que nos permite hoy darnos el lujo de que uno de los cuatro socios dé este paso de irse a un país con 12 horas de diferencia (respecto a Uruguay). Tenemos una empresa muy sana que actualmente está en un excelente momento. Es muy gratificante ver todo lo que hicimos hasta ahora y hacia dónde vamos. Estamos pensando en nuevas estrategias de negocio y hay una proyección muy linda y muy desafiante», concluyó.