Mientras el apellido Beckham sigue resonando con fuerza en la cultura británica como sinónimo de éxito, elegancia y unidad familiar, la «segunda familia real» enfrenta su mayor crisis: el rechazo y desapego de su primogénito.
La distancia entre Brooklyn Beckham, de 26 años, y sus padres, David y Victoria, ha dejado de ser un mero rumor para convertirse en un conflicto familiar de proyección pública.
Durante semanas, los medios especularon con que el conflicto había comenzado por un supuesto enfrentamiento con su hermano Romeo, luego de que este comenzara a salir con Kim Turnbull (con quien ya no está más tras su separación a principios de junio).

Sin embargo, recientemente la propia Turnbull, que recibió una ola de mensajes hostiles en redes sociales, desmintió cualquier relación pasada con Brooklyn: “Nunca he tenido una relación sentimental con la persona en cuestión, en ningún sentido, en ningún momento. Éramos amigos en la secundaria.”
Si bien el matrimonio Beckham ha intentado conservar una imagen armónica, como con la más reciente publicación de Victoria en honor al Día del Padre, las señales de una grieta profunda ya son imposibles de disimular.
La escena que lo cambió todo
Con la versión de un conflicto de «exnovias» descartada, el foco cambió hacia una particular narrativa que tiene como protagonistas a las dos mujeres más importantes de su vida: su madre y su esposa.
Según información publicada por People y otras fuentes cercanas a la familia de la novia, la disputa familiar se remonta al casamiento de Brooklyn con la heredera millonaria, Nicola Peltz, de 30 años, en abril de 2022.

Durante la ceremonia, un gesto inesperado de Victoria habría desatado el quiebre con la ayuda del cantante Marc Anthony, amigo íntimo de los Beckham, quien ofreció un show como regalo a los recién casados.
Sin embargo, antes de comenzar, invitó a “la mujer más hermosa de la noche” a acompañarlo: Victoria Beckham. La diseñadora subió al escenario y compartió un baile lento con su hijo Brooklyn, algo que según los presentes estaba planeado como un momento íntimo entre los recién casados.
Pero cuando invitó al escenario a «la mujer más hermosa de la noche» antes de comenzar con su show, el ambiente se congeló al notar que estaba refiriéndose a Victoria y no a la novia.
Momentos después, los invitados se sorprendieron al presenciar cómo la Spice Girl se unía a su hijo para un baile lento que estaba destinado a Brooklyn y Nicola.
Este hecho, consecuente al rechazo por parte de la novia de usar un vestido diseñado por Beckham para el gran día, parece haber sido el punto de inflexión.

La diseñadora subió al escenario y compartió un baile lento con su hijo Brooklyn, algo que según los presentes estaba planeado como un momento íntimo entre los recién casados.
Según testigos, Nicola habría abandonado la sala llorando de la vergüenza. “Ella sintió que Victoria lo hizo a propósito, como si quisiera robarse el centro de la atención. No podía entender por qué alguien arruinaría algo tan especial”, aseguró una fuente cercana a los Peltz.
Brooklyn elige a Nicola, una y otra vez
Una fuente citada por People señaló que la relación del joven con su padre siempre fue “compleja” y, en muchos casos, “más parecida a un vínculo de negocios que a uno familiar”.
Meses después, los rumores se intensificaron con la ausencia de Brooklyn en el cumpleaños número 50 de David Beckham, una celebración repleta de estrellas que su hijo mayor eligió no compartir.
La distancia emocional se volvió evidente, al igual que su decisión de priorizar de manera cada vez más marcada su relación con Nicola.

En medio del silencio familiar, Brooklyn se ha encargado de dejar claras sus prioridades. En un reciente posteo de Instagram, escribió que “siempre elegirá” a su esposa, lo que fue interpretado como una confirmación implícita del distanciamiento con sus padres.
Además, volvió a demostrar su lealtad incondicional a Nicola con un nuevo tatuaje en su espalda: una carta que ella le escribió en un momento de ansiedad. El texto, que él ahora lleva en la piel, reza:
“Mi chico para siempre. Leé esto cada vez que te sientas ansioso. Quiero que sepas lo profundamente amado que sos. Tenés el corazón más amable que conocí y espero no pasar nunca un día sin tu amor. Sos increíble. Recordá que podemos superar todo juntos si respirás lento y confiás. Te amo más allá de todo. Siempre tu futura esposa.”
El apellido también divide
Tras la boda, Brooklyn y Nicola decidieron adoptar el apellido compuesto Peltz-Beckham, como símbolo de unión entre ambas familias. Pero ni siquiera eso escapó a la polémica.
Al anunciar la boda en su cuenta de Instagram, los padres de Brooklyn subieron una foto de los novios con el texto “Mr. and Mrs. Beckham”, ignorando públicamente la decisión de la pareja de usar ambos apellidos. Para muchos, fue un gesto sutil pero significativo, que alimentó aún más el distanciamiento.

Mientras tanto, el matrimonio vive alejado de la familia en una mansión de 11 millones de libras en Los Ángeles.
La propiedad, según The Sun, está principalmente a nombre de Nicola, y fuentes del entorno de los Peltz aseguran que consideran a los Beckham “tacaños”, lo que también habría tensado la dinámica entre ambos clanes.
La diferencia de estatus económico no ayuda: Nelson Peltz, padre de Nicola, tiene un patrimonio de más de 1.600 millones de dólares, mientras que el de David y Victoria ronda los 500 millones de libras.
¿Hay posibilidad de reconciliación?
A pesar del conflicto, Victoria intenta sostener una imagen pública de familia unida, y su publicación por el Día del Padre fue una muestra de ello.
Ese domingo, publicó en Instagram una serie de fotos de David con sus cuatro hijos, incluyendo a Brooklyn, acompañadas de un mensaje que buscó destacar el rol paternal de su marido:
“Feliz Día del Padre al mejor papá que existe. Siempre guiás con amor y nuestros cuatro hermosos hijos son un reflejo de eso. ¡Te amamos muchísimo todos!”
A pesar del gesto, Brooklyn no comentó ni compartió la publicación, y tampoco publicó nada por su cuenta para saludar a su padre. Las formas dicen una cosa; el silencio, otra.
El post fue leído por muchos como un intento desesperado de mostrar armonía, aún cuando la realidad parezca indicar lo contrario.
El resto de los hijos —Romeo, Cruz y Harper— siguen siendo el sostén emocional del matrimonio Beckham. Mientras tanto, la distancia con Brooklyn se convierte en una herida pública que los padres no pueden disimular, y que el hijo parece no tener intención de cerrar.
Entre rumores, publicaciones cuidadosamente editadas y gestos silenciosos, la familia Beckham vive hoy una de sus mayores crisis. Y si algo queda claro, es que ni el apellido más glamoroso de Inglaterra está a salvo del drama familiar.