En 2024, los pedidos de subsidios por desempleo alcanzaron cifras récord, con 174.335 nuevos beneficiarios. La construcción lidera las bajas laborales.
Los pedidos de subsidios por desempleo registraron un aumento histórico del 60% en 2024, en el marco de la recesión económica y las políticas de ajuste impulsadas por el gobierno de Javier Milei. Según datos de la Seguridad Social, 174.335 empleados despedidos sin causa comenzaron a cobrar la Prestación por Desempleo, la cifra más alta en los últimos diez años.
Sectores más afectados
La construcción encabezó los despidos con 54.046 trabajadores, seguida por la industria manufacturera (36.233), el comercio (28.790), y actividades administrativas (14.150). También se registraron aumentos en sectores como el transporte (7.158), servicios de comida y alojamiento (6.493), y salud y servicios sociales (5.522).
A pesar de las bajas por reinserción laboral o vencimiento del seguro, en diciembre de 2024, 102.549 personas continuaban percibiendo esta prestación, con un pago promedio de $214.822. Del total de beneficiarios, 75.066 eran hombres y 27.483 mujeres, siendo la provincia de Buenos Aires la región con mayor cantidad de receptores (40.685), seguida por Santa Fe (7.882), Córdoba (7.057) y CABA (5.622).
Prestación por desempleo: requisitos y beneficios
El seguro por desempleo está destinado a trabajadores despedidos sin justa causa, con contrato finalizado o afectados por causas externas, que hayan estado en relación de dependencia bajo la Ley de Contrato de Trabajo.
El beneficio incluye:
- Pagos por hasta 12 meses, dependiendo de los aportes realizados.
- Continuidad en la cobertura de obra social.
- Percepción de asignaciones familiares.
- Cómputo del tiempo como antigüedad para la jubilación.
Para acceder, se requiere haber trabajado al menos seis meses con aportes en los últimos tres años. En el caso de trabajadores eventuales o de temporada, deben haber trabajado más de 90 días en el último año y menos de 12 meses en los últimos tres años.
Perspectivas para 2025
Desde el gobierno, anticipan una reducción de las solicitudes de subsidios en 2025, confiando en una recuperación económica impulsada por la llegada de nuevas inversiones. Sin embargo, los sectores más afectados, como la construcción y la industria manufacturera, aún enfrentan desafíos significativos en términos de generación de empleo y estabilidad laboral.