Julieta G., una docente acusada de robarle dinero a sus compañeras, amigos y familiares, continúa prófuga en Europa. La Justicia amplió la investigación y ya son más de ocho las víctimas que declararon en su contra.
Mientras la causa penal por estafas reiteradas avanza con nuevas pruebas y testimonios, la maestra Julieta G. sigue viajando por Europa y exhibiendo su vida en redes sociales, pese a que pesa sobre ella una orden de captura internacional emitida por la justicia argentina.
La mujer, de 31 años, se mudó al exterior a mediados de 2024 luego de haber defraudado a sus compañeras de trabajo, amigos y hasta a la familia de su expareja. En su cuenta de Instagram, comparte fotos en distintos destinos como Roma, Barcelona, Londres, Berlín, Irlanda y Ámsterdam, sin mostrar señales de ocultarse.
La investigación comenzó cuando varias docentes de un jardín de infantes del barrio Boedo, en la Ciudad de Buenos Aires, denunciaron que la acusada había robado más de tres millones de pesos en una semana utilizando las tarjetas de crédito y débito de sus compañeras.
El fiscal Miguel Ángel Kessler, a cargo de la Fiscalía PCyF N° 5 Especializada en Ciberfraudes, identificó más de 100 operaciones hechas con los plásticos de las víctimas, incluyendo compras en supermercados, ópticas, plataformas de juego online y el pasaje aéreo que Julieta usó para escapar a España.
A partir de la difusión del caso, nuevos testimonios surgieron de ex amigas y familiares del entorno de la docente, quienes también aseguraron haber sido víctimas de su engaño. “Además de ladrona era perversa. Se compraba ropa con nuestras tarjetas y después nos lo mostraba como si nada”, relató una de ellas.
Con las ampliaciones de las denuncias, el expediente sumó más de ocho víctimas y la situación procesal de la maestra se agravó. Interpol continúa su búsqueda para lograr su captura y extradición.
Durante la investigación, los peritos también detectaron que parte del dinero sustraído se habría transferido a cuentas bancarias vinculadas a su padre, quien fue imputado por defraudación mediante uso de tarjeta magnética.
El hombre reconoció su participación en 22 hechos y firmó un acuerdo judicial que permitió restituir más de 1,2 millones de pesos a las maestras afectadas, incluyendo los intereses.
La causa sigue bajo la órbita de la Fiscalía Especializada en Ciberfraudes, que trabaja para localizar a Julieta G. y formalizar su imputación por estafas reiteradas y asociación ilícita.