Almirante Brown no encuentra la salida del túnel. El presente futbolístico es apremiante y las soluciones no aparecen ni adentro ni afuera del campo de juego. En ese contexto, la continuidad de Guillermo Szeszurak comienza a mirarse de reojo. Los diez puntos obtenidos sobre 33 son elocuentes y no dejan mucho margen para la discusión.
Luego de la derrota de este domingo contra Estudiantes de Buenos Aires, el Búfalo fue un torrente de sinceridad en la conferencia de prensa y se pronunció sobre su futuro. «Si la dirigencia quiere que me vaya, me voy. Pero yo no estoy para irme. Si ya se cambió varias veces de técnico, creo que no va por ahí. Hay que trabajar y tratar de acomodarnos. Igual es lógico que se hable de esto cuando los resultados no se dan. Yo estoy bien y con fuerzas para seguir», afirmó.
A puro desahogo, el entrenador reforzó su voluntad de permanecer en el cargo y hasta se animó a pegar un volantazo si la coyuntura lo amerita. «Almirante no puede estar en la posición en que está. Nosotros estamos con ganas de mejorarlo e involucrados con el grupo de jugadores. Si en algún momento no funciona, empezaremos a jugar con los chicos de Inferiores», avisó.
Por último, el ex DT de Argentino de Quilmes cerró el diálogo ante la prensa con un mensaje de firmeza: «Almirante me dio una oportunidad muy grande y yo nunca quisiera lastimarlo. Este es un equipo enorme y banco la presión».