Con apenas 13 años, Julián Soliz se transformó recientemente en el primer ganador del concurso de talentos lanzado por el programa televisivo “Somos Bonaerenses”, que se emite los sábados al mediodía por Canal 9. Con la conducción de Pato Galván y Lupe Quevedo el ciclo propone recorrer el territorio de la provincia para conocer sus historias, sonidos, personajes y sabores. En este caso, además, busca promover a artistas relacionados con diferentes disciplinas.
Luego de ser ‘ganador de la semana’, Julián se convirtió en el más votado del mes de mayo, lo que le dio la oportunidad de tocar recientemente en el estudio en que se graba el programa.
El joven músico berissense cursa la secundaria en la Técnica 2 y se vinculó con el arte hace unos cinco años. Actualmente toca batería, piano, guitarra y bandoneón. Para el casting grabó un video de presentación y otro en el que mostraba sus cualidades como músico, ejecutando Rapsodia Bohemia en piano y Libertango en guitarra. Tras ser seleccionado, fue el público el que lo votó como su preferido. Para avanzar a otra etapa volvió a ejecutar el tema de Piazzolla y los votos se multiplicaron. El acompañamiento no fue sólo de berissenses, sino de televidentes de otros puntos de la región, del país e incluso de otros países como Alemania y Brasil. “Fue un furor. Estoy muy agradecido”, expone el joven músico tras vivir la enriquecedora experiencia.
Julián se formó en la Escuela de Arte, pasó por la Orquesta Escuela y hoy estudia batería, guitarra, piano y bandoneón. En el caso de este último instrumento, le gustaría ir un poco más a fondo, ya que ahora tiene sólo 15 minutos de clase por semana, que no le alcanzan para avanzar demasiado. “Necesito un bandoneón. No tener el instrumento para estudiar hace las cosas más difíciles”, explica. Por razones de tiempo, en la edición del material que se presentó en el programa de Canal 9 no se incluyó un pedido que formuló, en el que ahora insiste. Los destinatarios son el gobernador, los intendentes de la región o algún luthier interesado en colaborar. El objetivo es tener acceso a un bandoneón, además de para estudiar, para difundir música asociada al instrumento en presentaciones en escuelas u otros espacios.
Cuando Julián escuchó el bandoneón ‘se enamoró’. El sonido lo acercó al tango y le abrió la puerta a un mundo en el que conoció y valoró trayectorias como las de Tita Merello, Carlos Gardel y Julio Sosa. “Hay que recuperarlo. Es un instrumento un poco extinto. Me gustaría acercarlo a los alumnos que no lo conocen. Es un ícono de nuestro país”, subraya para darle impulso a su pedido. Entretanto, continúa estudiando con Carlos Ruffi y apunta a formarse en el Instituto Superior Astor Piazzolla de Buenos Aires.
