A partir del próximo lunes, el costo del boleto de trenes experimentará un incremento del 54%, situando el mínimo en $200, según informaron fuentes oficiales. Este aumento, que ya había registrado un alza del 250% en febrero pasado, impactará de manera diferencial en los servicios metropolitanos y los de larga distancia, siendo estos últimos los más afectados.
El ajuste tarifario, que se retrasó debido a la consulta ciudadana obligatoria, entrará en vigencia junto con el aumento previsto en el subte porteño, el cual sufrirá una suba inicial del 359%, con dos incrementos adicionales programados para junio.
Para los pasajeros que utilicen la tarjeta SUBE registrada, los precios serán de $200 para la sección 1 (distancias cortas, hasta 12 km), $260 para la sección 2 (de 12 a 24 km) y $320 para la sección 3 (más de 24 km). Aquellos sin tarjeta nominalizada deberán abonar $400 (sección 1), $520 (sección 2) y $640 (sección 3).
En cuanto a los boletos de colectivos, aún no se ha determinado cuándo se producirá el aumento, ya que el Gobierno pospuso la medida prevista para abril. Sin acuerdo entre las cámaras empresariales, los choferes y el Gobierno, se espera un nuevo encuentro para tratar el tema el próximo viernes.
Las cámaras de empresas de colectivos argumentan la necesidad de aumentar las tarifas para cubrir los costos operativos, incluidos los salarios de los trabajadores. Afirman que, con el precio actual del boleto y los subsidios recibidos, apenas cubren la mitad del valor real de cada viaje, estimado en cerca de $1.200.