Representantes del sector señalaron que el transporte público de la ciudad debe ser «controlado, organizado y garantizado». Pidieron a los concejales que cumplan con la Carta Orgánica y las leyes provinciales para proteger el trabajo de taxistas y remiseros.
En medio del debate sobre la posible llegada de Uber a Neuquén, los taxistas y remiseros de la ciudad expresaron su rechazo y reclamaron mayor control municipal para evitar la competencia desleal. Argumentan que el transporte público local ya está regulado y que la actividad de plataformas digitales no garantiza un servicio genuino ni condiciones laborales equitativas.
«El municipio tiene que garantizar el trabajo genuino y la comercialización en la ciudad, como lo establece la Carta Orgánica», sostuvieron. Además, recordaron la existencia de una ley provincial que ampara el «Compre Neuquino», impulsando la contratación de trabajadores locales.
«Yo también quiero ganar un sueldo de concejal o de diputado, sentado seis horas en una oficina con aire acondicionado y con la posibilidad de no ir a trabajar», ironizó un trabajador del sector. «El taxista, el día que no trabaja, no come», agregó Alejandro Cavalotti de radio taxi Avenida.
Además, reclamaron que los aumentos tarifarios para el servicio de taxis y remises «No acompaña el costo de vida, y detallaron que tras cuatro meses sin actualización, lograron un incremento del 10%, mientras que en el mismo período subieron en igual porcentaje los alquileres, la canasta familiar, la escolar y los repuestos», señaló
Desde el sector acusaron a los concejales de permitir un «libertinaje» en lugar de garantizar el cumplimiento de las normas vigentes. «Lo ilegal no es libertad. Ahora quieren organizar y oficializar lo ilegal», advirtieron.
Finalmente, insistieron en que más de 5.000 familias dependen del trabajo de taxis y remises en Neuquén y pidieron a las autoridades que intervengan para evitar que «el transporte regulado se vea amenazado por la desprotección del Estado».
También remarcaron que, a diferencia de Uber, ellos deben brindar un servicio mínimo de 13 horas diarias, con disponibilidad las 24 horas, los 365 días del año.
En esa línea, pidieron a los concejales que «trabajen para garantizar el empleo de los taxistas y remiseros» en lugar de habilitar servicios que «solo trabajan dos o tres horas al día para zafar».
«Los autos están controlados con GPS, y si hay irregularidades, el ente de control debe intervenir. No podemos meter a todos en la misma bolsa», expresaron.
También reclamaron la realización de un nuevo concurso para otorgar licencias a trabajadores que llevan más de 20 años esperando regularizar su situación, y pidieron medidas contra los «autos truchos» y vehículos que operan sin autorización en la ciudad.
Por último, criticaron la inacción de los concejales en este tema: «Para eso los votaron y para eso ganan toneladas de billetes, sentados en un escritorio sin hacer nada para la comunidad».