El periodista deportivo Emiliano Pinsón, de 53 años, emprendió un viaje crucial a España para someterse a un tratamiento experimental contra el Parkinson, enfermedad neurodegenerativa que le fue diagnosticada en 2022.
Antes de su partida, amigos y familiares le organizaron una emotiva despedida, marcada por sonrisas, lágrimas y abrazos. El propio Pinsón se mostró conmovido por el encuentro y la calidad de su grupo íntimo, pero hubo alguien que se emocionó aún más: Luciana Rubinska.
Es que entre quienes lo acompañaron en este significativo momento se encontró su amiga y colega. Y, tras ese momento, la periodista deportiva le dedicó una profunda y sincera carta a Pinsón, en la que volcó la carga emocional de la despedida.

En sus palabras, confesó que no lo «quería soltar» y que, días después del encuentro, todavía sentía emoción. Además, expresó la necesidad de que pasaran algunas horas para poder intentar poner en palabras tantos sentimientos que afloraron en ese «hermoso encuentro lleno de amor».
La periodista se refirió al viaje de Pinsón con esperanza, señalando: «Te vas para volver, con la esperanza de arrancar el tratamiento que ayude a detener el maldito Párkinson».
Y rememoró el momento en que Pinsón le contó que le habían confirmado el diagnóstico: «Todavía recuerdo cuando me contaste el día que te lo confirmaron. Lloramos, como tantos otros días».
También describió la enfermedad como un «enemigo» para el que él no estaba preparado, aunque se cayó y se levantó. Y relató las dificultades que trajo el Párkinson, como «dolores internos, la medicación, el tratamiento, el dolor de lo que ya no podés hacer y la rigidez».

Sin embargo, resaltó la fortaleza de su amigo: «Pero sos un guerrero y no te van a voltear tan fácil». Y destacó las cualidades que la enfermedad no logró arrebatarle: «Hay algo, Emi, que la enfermedad no logró borrarte, tu amor a la vida, tu sentido del humor y la capacidad para escuchar al otro, aunque ese otro cuente vanalidades intrascendentes».
Finalmente, Rubinska le agradeció a Pinsón por dejarla «ser parte» de su «vida». Y si bien reconoció que es su «lucha», le aseguró: «Acá estamos y estaremos siempre los que nunca te dejaremos caminar solo».
Una esperanza científica en Osasuna: cómo es el tratamiento experimental al que se someterá Pinsón
El viaje de Emiliano Pinsón a España representa una apuesta por la ciencia y la esperanza renovada. Pinsón padece Parkinson atípico, una forma menos común y más agresiva de la enfermedad, que se distingue por iniciarse en el cerebelo en lugar del cerebro. Fue seleccionado para participar en un protocolo experimental que se lleva a cabo en un hospital de Osasuna.
Según explicó el propio periodista, este experimento se relaciona con una «vacuna» o un «tratamiento» dirigido específicamente a su patología.
Detalló que un laboratorio israelí realizó una Fase 1 de este experimento con un 80% de resultados positivos, y ahora se inicia una Fase 2, también experimental. Esta nueva etapa se desarrollará en una clínica asociada a la Universidad de Pamplona.
Este paso no es sólo un procedimiento médico, sino la continuación de su lucha contra la enfermedad, impulsada por el afecto de quienes lo rodean.
La carta completa de Luciana Rubinska
No te quería soltar. Pasaron unos días y todavía me dura la emoción. Necesitaba que transcurrieran algunas horas para intentar poner en palabras tantos sentimientos que afloraron en ese hermoso encuentro lleno de amor.
Te vas para volver, con la esperanza de arrancar el tratamiento que ayude a detener el maldito Parkinson.
Todavía recuerdo cuando me contaste el día que te lo confirmaron. Lloramos, como tantos otros días. El tiempo fue un enemigo y vos, como dijiste, no estabas preparado. Te caíste y te levantaste. Empezaron tus dolores internos, la medicación, el tratamiento, el dolor de lo que ya no podés hacer y la rigidez. Pero sos un guerrero y no te van a voltear tan fácil. Hay algo, Emi, que la enfermedad no logró borrarte, tu amor a la vida, tu sentido del humor y la capacidad para escuchar al otro, aunque ese otro cuente vanalidades intrascendentes.

Yo sé que te lo dije pero quiero escribirlo. Sos un gran amigo y te quiero mucho. Hago un poquito de fuerza todos los días para que funcione esa medicina y puedas volver a jugar ese partido de que tanto extrañás.
Mientras escribo me tiento sola de todo lo que nos reímos juntos a lo largo de estos años. Si supieran lo gratificante que fue ser tu compañera de trabajo y compartir el día a día. Mi dejador serial. Creo que se de memoria cada historia y te pediría que me vuelvas a contar algunas anécdotas para reírme, otra vez, hasta no aguantar las lágrimas y las cosquillas en la panza.
Gracias, amigo, por dejarme ser parte de tu vida. Es tu lucha pero acá estamos y estaremos siempre los que nunca te dejaremos caminar solo.
You will never walk alone, my friend. I love you! @emipinson