Bruselas, 18 feb (EFECOM).- La compañía de mensajería Telegram ha comunicado a la Comisión Europea que sigue sin alcanzar los requisitos para que Bruselas la considere una gran plataforma y tenga que cumplir, por tanto, con los requisitos más estrictos de la ley de servicios digitales (DSA), ha confirmado este martes la institución.
La DSA establece que aquellas plataformas que tengan, al menos, 45 millones de usuarios mensuales en la Unión Europea tienen mayores responsabilidades a la hora de evitar contenidos ilegales en la red, pero Telegram, que ayer debía actualizar sus cifras, comunicó a Bruselas que tiene menos clientes, según ha dicho el portavoz de política digital de la Comisión, Thomas Regnier.
El fundador de Telegram, Pável Dúrov, tiene abierta una investigación penal en Francia desde el año pasado que incluye 12 cargos relativos a la difusión de contenidos delictivos como narcotráfico, pornografía infantil o estafa, a través de la plataforma.
Bruselas, que se ha desmarcado de esa investigación alegando que no está relacionada con el cumplimiento de la normativa comunitaria, ha señalado que, más allá de las cifras que le ha ofrecido la compañía, llevará a cabo sus propios cálculos.
Una tarea para la que espera contar con el apoyo de Bélgica, que tras meses de retraso, ha nombrado ya a la autoridad encargada de controlar a Telegram, ya que es en ese país donde tiene la red social.
Tener menos de 45 millones de usuarios no exige a la plataforma cumplir la DSA, pero sí sus normas más estrictas.
Así, debe tener un sistema para que las autoridades o los usuarios avisen de la existencia de contenido ilegal y eliminarlo rápidamente tan pronto como tenga conocimiento de su existencia.
Pero no tiene que cumplir la obligación de realizar un informe anual previo a cualquier advertencia sobre los riesgos que la plataformas puede tener en la sociedad, ni someterse a auditorías externas de los poderes públicos ni de la sociedad civil.
La Comisión, no obstante, no tiene en cuenta el total de usuarios que Telegram tiene en la UE. Únicamente cuantifica los que se registran en los canales abiertos de la aplicación, dejando al margen los grupos que se utilizan para mantener canales privados.
De esta forma, tiene sólo en cuenta aquellas prestaciones de Telegram que se asemejan más a las funciones de las redes sociales, que son las que regula la DSA. EFECOM