El color es clave en la estética de un vehículo, permite que se distinga o pasar más desapercibido, que resalten los trazos y detalles creados por los diseñadores y también refleja la elección del propietario, su personalidad o sus gustos. Así lo ve Nissan, que remarca que no es solo una cuestión estética: es una decisión profundamente emocional y cultural. “No se trata solo de qué color se ve bien, sino de cuál representa mejor a quien lo conduce”, afirmó John Sahs, director de diseño del Nissan Design Latin America. Bajo esta premisa, la marca desarrolla cada tonalidad como una extensión del estilo de vida y las emociones de sus usuarios y lo plasmó en un interesante informe que incluye las últimas tendencias en la región.
Este enfoque, que Sahs denomina method designing, implica un trabajo inmersivo de los equipos de diseño, quienes rodean sus espacios con elementos visuales, auditivos y sensoriales que reflejan a los futuros clientes. Cada color comienza como parte de un mural creativo que busca anticiparse a tendencias sociales, culturales y emocionales.
El desarrollo de un nuevo color puede llevar entre seis y diez meses. Luego, el proceso técnico y productivo toma protagonismo. En la planta A1 de Nissan Mexicana en Aguascalientes, se pintan cuatro modelos con hasta 10 colores por gama y seis combinaciones bitono. Estas últimas requieren una cabina especial equipada con tecnología dry cubber, que depura el aire sin necesidad de agua, reduciendo el impacto ambiental.
El procedimiento incluye pretratamiento de la lámina (fosfatizado), electrodepositación (E-Coat), primer, capa base de color y barniz transparente (con tecnología 2K). El barniz ofrece protección frente a rayaduras y rayos UV, siendo en algunos casos -como los tonos rojos- tintado especialmente para acentuar el color.
Nissan distingue entre colores metalizados y lisos/pasteles. Los primeros, que contienen partículas de aluminio, exigen una programación precisa en los robots aplicadores para lograr un acabado homogéneo. Los lisos, como blanco o negro, también requieren parámetros específicos para garantizar brillo y nitidez. Un caso especial es el blanco perlado, cuyo efecto visual requiere una aplicación más compleja y detallada.
Más allá de descubrir cómo es el proceso de desarrollo y elección de la paleta de colores que fomará parte de la gama de cada producto, la firma nipona también agregó en su informe cuáles son los tonos más demandados en la región: el blanco sigue liderando, aunque con una leve caída a nivel general: de 43% en 2024 a 40,4% en 2025. En contraste, el gris creció de 18,4% a 20,3% y el plata de 11,9% a 13,1%.
- México: El blanco sigue primero, pero baja del 48,5% al 42,9%. El gris toma el segundo puesto (15,6%) y el rojo cae al tercer lugar (12,8%).
- Brasil: Gris y blanco encabezan la lista. El primero sube al 34,1% y el segundo al 31,8%.
- Argentina: El blanco se impone aún más (45,8%), seguido por el gris (27,1%). El plata desciende al 14,2%.
- Colombia: El gris domina con 38,2%, seguido por blanco (23,7%) y plata (22,6%).
- Ecuador: El blanco crece del 33,1% al 37,5%. Gris y plata se mantienen cerca.
- Uruguay: El blanco lidera (42,8%), pero el gris registra el mayor salto: de 21,9% a 30,4%.
- Chile: El gris pasa al 34,6% y el rojo sale del podio.
- Perú: El blanco escala al 33% y supera al gris, que muestra una leve baja.