El vicerrector de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), Germán Pinazo, criticó con dureza el proyecto de Presupuesto 2026 presentado por el presidente Javier Milei, en particular la partida destinada a las universidades nacionales. Según explicó en diálogo con Radio Universidad, mientras las instituciones reclaman 7,3 billones de pesos, el Gobierno asigna apenas 4,6 billones: en términos reales, “un ajuste”.
“No conozco a nadie que crea que sea positivo. Es un ajuste. Aun con la pauta inflacionaria que suponen para el año que viene, lo que hay es una caída del poder adquisitivo de las transferencias”, señaló Pinazo al advertir que los recursos quedarían “congelados a valores de diciembre de 2025 con un 11 por ciento de inflación, lo que implica un ajuste superior”.
En ese marco, el vicerrector remarcó que Argentina cerrará este año “con el gasto público en educación superior más bajo de América Latina” y que, de aprobarse el Presupuesto, la situación “será todavía peor”. “Nadie que sepa sumar, restar y dividir puede decir que se trata de un aumento para las universidades”, afirmó.
El rey está desnudo
Sin embargo, reflexionó que las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires “mostraron que esto tiene un límite”. “El año pasado, el Gobierno pensaba que podía decir cualquier cosa y estaba todo bien, y ahora perdió por 14 puntos. Tal vez la gente ya está viendo que el rey está desnudo”, expresó.
Asimismo, cuestionó la estrategia gubernamental de “prorrogar presupuestos en contextos inflacionarios” y la decisión de vetar la Ley de Financiamiento Universitario bajo el argumento de la falta de recursos y el equilibrio fiscal. “Se aumentó doce veces el presupuesto de la vocería presidencial, que hoy se lleva cinco veces lo destinado a Ciencia y Tecnología en las universidades”, alertó.
Además, realizó otra comparación: “Un mes de gasto de intereses de deuda alcanza para pagar diez años de financiamiento universitario”. “Es un cinismo difícil de soportar”, sentenció Pinazo, para luego indicar que el Gobierno “no explica” de qué manera financia los intereses de deuda, pero “cuando el Congreso, en uso de sus facultades, vota un financiamiento, aparece el planteo de que no saben de dónde va a salir y meten el superávit y el déficit”.