El último miércoles, el Congreso de la Nación fue el epicentro de un nuevo “Jubilazo Federal”, la gran convocatoria de jubilados e hinchas de diferentes clubes de fútbol en reclamo de medicamentos gratuitos, aumento de emergencia de la jubilación y la continuidad de la moratoria previsional. No obstante, hubo caos, tensión y abuso del monopolio de la violencia legítima por parte de las fuerzas de seguridad. Todo terminó con más de cien detenidos y un herido de gravedad.
Si bien estaba previsto que la protesta inicie en el Congreso en dirección a Plaza de Mayo, creció la tensión entre la Policía Federal Argentina (PFA) y los manifestantes. En total, 114 manifestantes fueron detenidos por las fuerzas de seguridad, entre los que se encontraban efectivos de la Policía de la Ciudad, PFA, PSA, Gendarmería y hasta el Servicio Penitenciario Federal (SPF).
En horas de la madrugada, se ordenó la liberación de alrededor de 94 de los más de cien manifestantes detenidos en las inmediaciones del Congreso. La decisión fue tomada por la jueza Karina Andrade, del Juzgado Penal Contravencional y de Faltas 15 de la ciudad de Buenos Aires, tras considerar que se «estaban afectando derechos constitucionales». De hecho, muchos de los apresados estuvieron esposados o con precintos en sus brazos, durante varias horas, dentro de camiones de la policía o de otras fuerzas públicas.
Un fotógrafo, herido de gravedad
Pablo Grillo es fotógrafo y, como tantas veces, fue a documentar una manifestación. En esta ocasión, su cámara dijo presente en las calles para retratar la marcha de los jubilados, su situación crítica en matera económica y de salud, y su pedido de auxilio extremo.
Sin embargo, mientras sacaba una fotografía sufrió el impacto de un cartucho de gas lacrimógeno lanzado por la policía que le causó un traumatismo de cráneo grave, fracturas múltiples y perdida de masa encefálica.

El fotógrafo fue trasladado de urgencia al Hospital Ramos Mejía de la CABA y, si bien fue intervenido quirúrgicamente y se logró bajarle la presión intracraneal y reconstruir parte del tejido dañado, su estado es grave y permanece en terapia intensiva con pronóstico reservado.
En este contexto, solicitan dadores de sangre de cualquier grupo y factor. Deben presentarse con DNI en el Hospital Ramos Mejía, sito en General Urquiza 609, CABA.
«Tenemos que seguir manifestándonos, no nos queda otra»
En diálogo con Radio Universidad desde el lugar de los hechos, un participante de la marcha repudió la represión contra los manifestantes. “Vinieron a entregar el país y están dispuestos a hacer de todo. Lamentablemente, son ellos o nosotros”, expresó. Otra participante expresó su temor ante la situación que atraviesan los jubilados. “Estoy indignada por lo que sucedió hoy, pero me pienso quedar. Tenemos que seguir manifestándonos, no nos queda otra”, indicó.
Durante la jornada, se registró represión contra jubilados e hinchas de clubes de fútbol con balas de goma y gases lacrimógenos. Además, camiones hidrantes se hicieron presentes en las inmediaciones del Congreso para dispersar a los manifestantes.
Fotos: Marcela Sarzano