El éxito I’m Gonna Make You Love Me de The Supremes acababa de ser interpretado a todo pulmón en la Iglesia de San Andrés, cuando ocurrió lo impensable. Mientras el coro City Academy Voices se preparaba para su última canción -una versión de Dancing Queen-, las luces se apagaron y, de pronto, un hombre en bata azul y sin zapatos subió al escenario y tomó el micrófono: “Están en mi casa. ¿Pueden irse ya, por favor?”.
]]>