El cuidado es esencial para la vida, la sociedad y la economía, pero ha sido históricamente invisibilizado y distribuido de forma desigual, recayendo principalmente en mujeres, especialmente aquellas en situación de pobreza, indígenas, afrodescendientes o en movilidad.
En América Latina y el Caribe, esta desigualdad se manifiesta en el territorio. La falta de servicios de cuidado accesibles y de calidad, la precariedad del transporte y la carencia de infraestructura segura contribuyen a la sobrecarga del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, limitan las oportunidades y el bienestar de millones de mujeres y profundizan las brechas de género.
En los últimos años, los gobiernos locales han asumido un rol fundamental en la transformación de esta realidad. Desde grandes metrópolis hasta comunidades rurales, los municipios han demostrado que es posible repensar la planificación urbana y territorial, acercando servicios esenciales y promoviendo la corresponsabilidad social y de género de los cuidados. Asimismo, gobiernos nacionales han avanzado en la territorialización de las políticas públicas, con el objetivo de garantizar que los avances en materia de cuidados lleguen efectivamente a las personas.
Este documento recoge avances en quince países de la región, destacando el papel que los gobiernos locales, la academia, las organizaciones comunitarias y las redes feministas han jugado en la construcción de políticas de cuidados. También refleja el compromiso de ONU Mujeres con esta agenda transformadora, a través del acompañamiento técnico, la generación de conocimiento y la promoción de alianzas con múltiples contrapartes.