San Oleguer (1060-1137) fue obispo en Barcelona y arzobispo de Tarragona durante la Edad Media. En la Catedral de Barcelona, en concreto en la capilla del Cristo de Lepanto, yace su cuerpo incorrupto revestido con las ropas de obispo, que los fieles barceloneses, pueden visitar cada 6 de marzo coincidiendo con su festividad. Este año además, se ha exhibido por primera vez al público la mitra restaurada del santo, que fue canonizado en el año 1675.
Es la pieza textil más antigua conservada en esta seo y la voluntad de sus responsables se mostrarla a los visitantes cada año, el día de su onomástica. La mitra es una reliquia de contacto, ya que proviene del sepulcro del santo y ha estado en contacto con su cuerpo.
Este año se ha mostrado al público la mitra restaurada del santo, que se podrá ver a partir de ahora ceda cada 6 de marzo
Se trata de una pieza de lino bordada con hilos de seda de diferentes colores y con unos hilos de oro y de plata que ha sobrevivido casi mil años. La historiadora del arte y experta en tejidos e indumentarias, Rosa Maria Martín i Ros, explica que una de las hipótesis que contempla es que se confeccionara en Sicilia en el siglo XII, ya que observa una influencia del imperio bizantino.
Martín i Ros destaca la decoración de la mitra, donde se identifican dos apóstoles ( San Pedro y San Pablo), Jesús, la Virgen y los evangelistas. También aparece la figura de dos santas, pendientes de identificar. El objeto, sin embargo, no conserva las piedras preciosas que tenía incrustadas en sus orígenes, ni las ínfulas, dos cintas que cuelgan del cubrecabeza.
La mitra, antes de ser restaurada.
R.Maroto/Catedral de Barcelona
La mitra se compone de tejidos del siglos XII y XIV, según determinó un estudio realizado por el centro de Arqueometría de Mannheim, ciudad alemana que acogió una exposición sobre la cultura normanda en la ciudad y que incluía este elemento funerario.
La especialista en tejidos explica que tiene materiales de diferentes épocas, porque en el año 1380 esta pieza original fue retirada del sepulcro del santo, a quien cubrieron la cabeza con otra mitra de época gótica.
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“Antes había la tradición de colocar las mitras de los obispos que se consideraban santos por tradición a las cabezas de las personas enfermas al considerar que tenían un poder de sanación”, explica Martín i Ros, que hace unos días fue invitada a participar en unas jornadas sobre la Catedral de Barcelona como espacio funerario, organizadas por la Facultad Antoni Gaudí del Ateneu Universitari Sant Pacià (AUSP).
Antes había la tradición de colocar las mitras de los obispos que se consideraban santos por tradición a las cabezas de las personas enfermas al considerar que tenían un poder de sanación
Rosa Maria Martín i RosHistoriadora del arte y experta en tejidos
Al ser extraída del sepulcro y usarla después para curar enfermos se tuvieron que restaurar aquellas partes de la mitra que se habían estropeado al haber estado en contacto con el cuerpo del obispo Oleguer. Por eso contiene prendas de ropa de dos épocas tan diferentes. Estas partes más modernas son tejidos de hilo de seda bordados con hilo de oro.
La mitra de san Oleguer no es la única reliquia que se conserva en la Catedral, que también custodia la bolsa de Santa Eulàlia, si bien esta no se ha exhibido nunca al público en la Catedral de Barcelona.
La bolsa de Santa Eulàlia, bordada con flores de lis en el siglo XIV, se hizo para depositar los restos de la santa en el nuevo sepulcro que se encargó a un escultor de Pisa.
Catedral de Barcelona
Es una bolsa de tafetán de seda granate-morada, bordada con flores de lis, con hilo de oro y de seda verde y roja. La pieza, del siglo XIV, se hizo para depositar los restos de la santa en el nuevo sepulcro que se encargó a un escultor de Pisa. Martín i Ros cree que se bordó en un taller barcelonés que trabajaba para la corte.
La historiadora explica que si estas dos reliquias han pervivido fue gracias al hecho de que en el año 1936, la Comisión de Salvamento del Patrimonio, dirigida por Joaquim Folch i Torres, abrió algunos sepulcros y consiguió salvar los objetos para evitar que fueran quemados o destruidos.
