El 13 de abril llega a HBO y Max la segunda temporada de una de las series más exitosas del 2023, The Last of Us, la adaptación del videojuego de Naughty Dog protagonizada por Pedro Pascal y Bella Ramsey.
La tira regresa con una historia ambientada cinco años después de lo sucedido en la primera temporada, en la que Joel (Pedro Pascal) y Ellie (Bella Ramsey) enfrentarán un mundo aún más peligroso y también su propia relación, marcada por secretos y traumas del pasado.
Con un total de siete episodios, la nueva entrega sigue la estructura narrativa del videojuego The Last of Us Part II y expande el universo con nuevos personajes. Entre ellos, Kaitlyn Dever interpretará a Abby, Isabela Merced será Dina y Young Mazino dará vida a Jesse.
Por su parte, Gabriel Luna repetirá su papel como Tommy y Rutina Wesley como María, mientras también se sumarán Ariela Barer, Tati Gabrielle, Jeffrey Wright, Spencer Lord y Danny Ramírez. Además, la reconocida actriz Catherine O’Hara tendrá una aparición especial.
En el contexto del lanzamiento de la segunda temporada de The Last of Us, Clarín tuvo la oportunidad de entrevistar a Bella Ramsey, quien regresa como Ellie, y a Craig Mazin, guionista y productor ejecutivo de la serie.

A pesar de que The Last of Us tiene una enorme cantidad de fanáticos, muchos de ellos que comenzaron a ver la serie por su amor al videojuego, y bastantes de ellos se mostraron molestos cuando se confirmó que Bella Ramsey sería quien interpretaría a Ellie.
En ese sentido, Bella fue víctima de un aluvión de críticas de personas que consideraban que no se parece al personaje original, pidiendo que se reeligiera la intérprete y llamando a que renunciara a su papel.
A dos años del estreno de la temporada, Ramsey cuenta que elige quedarse con los comentarios positivos que recibe en lugar de los negativos, y siempre confía en la visión y decisiones de los creadores de la serie, Craig Mazin y Neil Druckmann.
«Estoy tan agradecida por las personas del otro lado que están siendo tan positivas al respecto, contrarrestando cualquier tipo de negatividad. Ha habido tanto apoyo, tanta gente siendo amable conmigo en internet, que es eso a lo que intento darle luz y prestarle atención. Quiero agradecerle a todos los que han sido encantadores conmigo y me han apoyado durante todo este tiempo», contó a Clarín.

Por otro lado, Bella se animó a hacer una intensa preparación física para poder afrontar las escenas de lucha y de supervivencia que se ven en la serie. Para eso, realizó dos meses de entrenamiento de lucha, de Brazilian Jiu-Jitsu y de fuerza para poder estar en forma.
«Siempre se trataba más de sentirme fuerte y adoptar una postura de fortaleza que de intentar tener músculos perfectamente definidos. Me sentía muy capaz, empoderada y fuerte, como si pudiera derribar a cualquiera, fue muy divertido», explicó.
En ese sentido, Craig Mazin ha destacado en varias ocasiones la entrega de Ramsey en cada escena y su valentía al aceptar cualquier reto, incluso cuando implica acrobacias desafiantes.
Bella confiesa que disfruta de las escenas de acción, aunque también tiene momentos de ansiedad. «Probablemente sea bastante malo lo emocionada que me pone estar en una pelea, caerme por el piso y atacar a un infectado. No hay nada en el guion que no me emocione hacer. Pero también es angustiante a veces. Por ejemplo, en el primer episodio caigo de un techo con un arnés. Antes de hacerlo, tuve un mini ataque de ansiedad, pero lo manejo en privado porque no sería útil para ellos ni para mí. Luego lo hago y ya estoy emocionada por la siguiente toma», recordó.

-Ellie y Joel tienen una relación compleja. ¿Qué aprecias de Pedro Pascal como actor?
-Siento que nos sostenemos el uno al otro. Es tan generoso, se siente como si estuvierámos tomados de la mano todo el tiempo durante cada escena juntos. Tiene tanto cuidado, amor y atención dentro de la escena y puedo sentirlo, lo que crea un ambiente realmente seguro. Hace que sea seguro ir a lugares vulnerables. Es maravilloso y cada día que pasamos juntos en el set fue una alegría. Nos reíamos demasiado y nos divertíamos muchísimo.
-Pedro comentó que el papel de Joel lo afectó emocionalmente. ¿Te pasó algo similar con Ellie?
-Definitivamente. A veces me iba a dormir sintiendo que todavía llevaba la mochila y las linternas de Ellie. No soy muy buena para no trabajar, para descansar. Pero en términos de la mentalidad del personaje, soy bastante buena para encender y apagar. Incluso en el set, puedo estar en el lugar más oscuro del mundo y luego dicen ‘¡corte!’ y hago un chiste o sonrío muy fuerte a la cámara después de haber estado literalmente llorando desconsoladamente, sólo para que la gente sepa que estoy bien, y también para convencerme a mí misma de que estoy bien. Y normalmente lo estoy, así que me resulta bastante natural.

-¿Ves similitudes entre Ellie y vos?
-Sí, definitivamente. Creo que con cualquier personaje que interpreto, termino mezclándome un poco con él y las líneas se vuelven un poco borrosas sobre quién es quién. Ellie ahora que tiene 19 años, creció y quiere esa independencia, que la gente la trate como a una adulta y la vea como tal. Y eso es algo que también siento yo. Solía estar muy ansiosa y dependiente de las personas a mi alrededor y ahora me fui al otro extremo y soy quizás demasiado independiente, como Ellie. Además, a ella le encanta pelear, entrenar y fortalecerse con escenas de lucha, y eso también es mi cosa favorita.
-¿Cómo ha cambiado Ellie en esta nueva temporada?
Tenía 14 años y ahora tiene 19, y está descubriendo cómo ser parte de una comunidad por primera vez, sin la sombra de Joel. Está enfrentándose a muchas experiencias nuevas, nuevas relaciones, esta nueva dinámica con Joel. Ellie y Joel eran casi codependientes y ahora está saliendo de eso en esta temporada.
Craig Mazin, contra las suposiciones básicas
El desafío de adaptar un videojuego tan querido como The Last of Us radica en encontrar un equilibrio entre fidelidad y creatividad. El encargado de semejante peso es Craig Mazin, productor y escritor de la serie, quien explica que el proceso de adaptación implica un diálogo constante con Neil Druckmann, el creador del juego.
En diálogo con Clarín, Mazin explicó que es «así como compartimos qué cosas deben ser traducidas casi puramente, qué elementos de la historia, personajes, puntos clave de la trama necesitan estar presentes, pero tal vez puedan ser transformados o ajustados, movidos en la línea de tiempo. Y también hablamos mucho sobre las oportunidades de hacer cosas nuevas. Simplemente seguimos nuestro corazón, cuando algo nos parece correcto, decimos ‘eso es, hagámoslo así’».

-El juego The Last of Us Part II tiene muchas lecciones, especialmente sobre la empatía. ¿Qué esperas que el público saque de esta temporada?
-Una de las cosas que hacemos es desafiar algunas de las suposiciones básicas de la narrativa: el bueno, el malo, el héroe, el villano… E intenta incentivar a la audiencia a considerar que tal vez necesitan, o querrán, apoyar a todos, incluso cuando los personajes estén completamente enfrentados.
Específicamente para esta temporada, mi esperanza es que la audiencia se pierda dentro de estos personajes y estas relaciones, y por lo tanto sienta una intensidad de emoción cuando las cosas se desarrollan hermosamente y, de manera similar, sienta una densidad de emoción cuando las cosas se desmoronan. Todos en esta serie cometen un error, todos. Y es algo que sentimos al verlo. Sentimos un dolor casi desesperado cuando sucede. Queremos que no cometan el error. Queremos hacer lo que pensamos que sería mejor para ellos y a menudo no pueden, pero es por la misma razón que luego pueden amar con tanta fuerza y ser tan leales entre ellos y vivir una vida a la mayor escala posible. Contra un fondo más austero y peligroso. Quiero que la gente ría y que la gente llore, que la gente se enamore y que sienta el desamor.

-La primera temporada se estrenó tras la pandemia y ahora vivimos otro momento histórico particular. ¿Cómo creés que la serie resuena con el mundo actual?
-Estas historias tratan sobre personas y los personajes, sin importar cuál sea la trama, ya sea un reactor nuclear o un apocalipsis fúngico. Entonces, lo que atraviesan, es específico para la historia pero realmente universal para todos nosotros. Esta historia para mí trata tanto de lidiar con los costos del amor y el dolor de la pérdida y cómo logramos sentir que somos parte de algo, y al mismo tiempo evitamos que eso sea definido por quién no es parte de ello y quién no pertenece. Entonces, ¿cómo amamos y somos parte de una comunidad sin ser xenófobos, sin rechazar, sin construir muros a nuestro alrededor?
Siento que, hagamos lo que hagamos, siempre esperamos que se refleje en lo que ocurre a nuestro alrededor. ¿Qué más puedo esperar como artista que provocar reflexión y hacer que la gente sienta profundamente y, con suerte, guiarlos hacia algo que se sienta un poco más suave, un poco más amable y, en última instancia, más empático?

-A los fans les encanta encontrar detalles ocultos en la serie. ¿Hay alguno que puedas adelantar?
-Si lo revelara, lo notarían de inmediato. Siempre ponemos pequeñas sorpresas todo el tiempo. Es gracioso. Para mí, las sorpresas, los easter eggs realmente buenos, son aquellas que en realidad son sólo para los fans y luego descubres que no es mucho más. En el primer episodio, por ejemplo, hay una mención de un personaje llamado Eugene, que en el segundo juego no conoces. Solo te topas con él en cartas que encuentras y en conversaciones con otras personas. Ya está muerto cuando comienza la historia. Y en nuestra historia, hacemos lo mismo, solo una pequeña referencia a Eugene y luego algo más.
-La segunda temporada tiene 7 episodios, dos menos que la primera temporada. ¿Cómo afecta esto al ritmo de la historia?
-El ritmo es bastante intenso y cada temporada cuenta un tipo de historia diferente. Estos episodios, aunque hay menos, son un poco más densos en contenido. Hay tanto que ocurre, tanto que pasa en cada uno y eso se debe al hecho de que hay mucha historia en el segundo juego y, por supuesto, de la manera en que desarrollamos y expandimos las cosas.
No pudimos meter todo en una sola temporada. Así que decidimos que era un buen lugar para hacer una pausa antes de la tercera temporada. A veces me preocupa que el ritmo pueda ser un poco implacable, pero también sé que los fanáticos realmente aprecian cuando nos detenemos y tomamos un respiro.

-Entre Chernobyl y The Last of Us has estado rodeado de historias de temor y pánico y sociedades apocalípticas durante años. ¿Tienen algún efecto en vos?
-Probablemente, porque es una oportunidad para mí de sentir. Yo siento a través de los personajes que estoy escribiendo. No soy muy bueno sintiendo cosas, eso es lo que mi terapeuta me dijo. Pero creo que, naturalmente, como narrador, es cuando realmente siento cosas. Termino llorando más cuando estoy escribiendo que en cualquier otro momento, porque me meto dentro de estas personas, en sus mentes y en sus corazones, y es catártico para mí. Y creo que mientras sea catártico para mí, hay esperanza de que también sea catártico para el público.
El drama realmente debería ser una especie de forma inoculada de experimentar el dolor que todos vamos a experimentar por la pérdida y el desamor. Estando justo frente a él. Podemos experimentarlo a través de otros.