Con actuaciones del músico canadiense Abel Testaye, conocido como The Weeknd, la actriz Jenna Ortega y Barry Keoghan, la película es un thriller curioso, inspirado en un suceso de la vida real que parece dirigido exclusivamente a sus fans.
Hurry Up Tomorrow es el tercer intento de este cantante y productor discográfico de hacer una película basada en uno de sus álbumes. Acá, el multifacético ganador de cuatro premios Grammy, autor del guion junto a Reza Fahim, se cuestiona por las consecuencias que derivan de acercarse a una groupie que busca en él un refugio para sus carencias afectivas.
Todo comienza cuando Anima (Jenna Ortega, de Beetlejuice 2 y la serie Merlina) vacía un bidón de gasolina por toda la casa de un hombre que le causó un gran dolor, ubicada en medio de un paisaje nevado que de tan idílico parece irreal. Despechada, sube a su vehículo y se aleja del lugar mientras deja un mensaje en el celular de la víctima.
Por otro lado, la estrella del pop se prepara entre bambalinas para un concierto, asistido por Lee (Barry Keoghan, de Los espíritus de la isla y Saltburn), el manager solícito que no solo le brinda apoyo emocional sino también provee al artista de sustancias y alcohol para lidiar con los nervios y la ansiedad de enfrentar al público.

The Weeknd se pierde entre guiños y alegorías
El personaje de The Weeknd, mareado por el éxito, navega entre observaciones satíricas del mundo que lo rodea y se revuelca en el glamour de la popularidad. Pero, en medio del recital, sus cuerdas vocales, exigidas por el estrés y los excesos, tiran, metafóricamente, la toalla.
Se queda sin voz, tal como le sucedió en realidad cuando rodaba los capítulos de la serie The Idol, que tuvo una única temporada para HBO. Asustado y desesperado, decide huir del escenario y al hacerlo se encuentra con la muchacha piromaníaca. Pero este encuentro, que no parece ser casual, será el comienzo de una espiral de violencia que irá in crescendo, matizada por las canciones del nuevo álbum del intérprete.
Para colmo de males, al trovador, canción va, canción viene, no se le ocurre mejor idea que susurrarle a la chica: «No me dejes», sin darse cuenta que es lo peor que se le puede decir a alguien tan anclado en la codependencia y con quien acaba de tener una noche de sexo en un hotel de lujo.

A la tarde del día siguiente, cuando intenta salir de la habitación para volver a su rutina de gloria y pleitesía, Anima le partirá un jarrón en la cabeza y lo atará a la cama amenazando con prenderle fuego. Correcto, casi una especie de homenaje a la talentosa Kathy Bates en Misery.
Una película con trucos
No vamos a contar acá cómo termina este enredo cuando el representante intente rescatar a su protegido. Sólo diremos que recuerda a esos anuncios de otrora que, en letras de molde, anunciaban: “Usted no sabrá si lo vio o lo soñó”.
El director Trey Edward Shults (It Comes at Night, Waves) utiliza todos los trucos aprendidos en la escuela de cine para llevar adelante esta especie de videoclip en el que The Weeknd es como el rey sol, narcisista y cercado por aduladores.

En cuanto a las actuaciones, el protagonista canta mejor que lo que actúa y tanto Ortega como Keoghan llevan adelante la mochila de hacer creíble algunas situaciones tan inverosímiles como cuando ella se dedica a hacer un perspicaz análisis de Blinding Lights, uno de los grandes éxitos del vocalista, mientras lo tiene atado, sin posibilidad de liberarse.
En suma, una ligera alegoría sobre el lado oscuro del estrellato.
«Hurry Up Tomorrow: Más allá de los reflectores»
Regular
Thriller psicológico. Estados Unidos, 2025. 105’ SAM 16. De: Trey Edward Shults. Con: Abel «The Weeknd» Tesfaye, Jenna Ortega, Barry Keoghan. Salas: Cinemark Palermo, Puerto Madero, Hoyts Abasto, Unicenter y Quilmes, Atlas Caballito.
POS