En el catálogo de Netflix hay producciones que, aunque no alcanzaron el nivel de promoción de los grandes éxitos, lograron ganarse un lugar especial entre los fanáticos. Una de ellas es Esta mierda me supera (I Am Not Okay With This), una serie corta que mezcla drama adolescente, comedia y ciencia ficción, creada por el mismo equipo detrás de Stranger Things y The End of the F**ing World*.
Estrenada en febrero de 2020, la historia está basada en la novela gráfica homónima de Charles Forsman, y se desarrolla en un pequeño pueblo estadounidense. Allí conocemos a Sydney Novak, una adolescente interpretada por Sophia Lillis (It, Sharp Objects), que intenta sobrevivir al caos de la escuela secundaria mientras enfrenta una complicada vida familiar y descubre, casi por accidente, que tiene poderes telequinéticos imposibles de controlar.

Cada uno de los siete episodios de menos de media hora combina el retrato íntimo de la adolescencia con un tono oscuro y sarcástico. Sydney atraviesa la confusión de su identidad, la pérdida de su padre, los sentimientos hacia su mejor amiga y el miedo a lo desconocido que representan sus nuevas habilidades. En esa tensión constante entre la vida cotidiana y lo sobrenatural, la serie encuentra su encanto y su fuerza emocional.
El elenco, encabezado por Sophia Lillis y Wyatt Oleff (quien también formó parte de It), completa un grupo juvenil que se mueve entre el absurdo, la ternura y el desconcierto. Su química en pantalla, sumada a la estética retro y la música alternativa, refuerzan la conexión con Stranger Things, aunque Esta mierda me supera propone una mirada más íntima y emocional sobre el crecimiento y la frustración adolescente.
A pesar del entusiasmo del público y las buenas críticas iniciales, Netflix canceló la serie después de su primera temporada, incluso cuando los guiones para la segunda ya estaban terminados. El showrunner Jonathan Entwistle explicó que la decisión se debió principalmente al impacto económico de la pandemia: “Los costos de producción aumentaron demasiado. Teníamos una temporada lista, pero el contexto lo hizo inviable”, contó en diálogo con Insider.

Entwistle también reveló que Netflix había considerado a la serie como “una sucesora de Stranger Things”, pero el presupuesto estimado —entre 5 y 10 millones de dólares solo para protocolos sanitarios— terminó por frenar el proyecto. “Era un programa más pequeño y de nicho. Ellos esperaban algo mucho más grande”, concluyó.
Pese a su corta duración, Esta mierda me supera dejó una marca. Su historia fresca, su tono irreverente y su retrato honesto del dolor adolescente la convirtieron en una de esas series que muchos descubren tarde, pero que se recuerdan por mucho tiempo.





