Mike Flanagan lo hizo de nuevo. Tras el éxito de La maldición de Hill House y Misa de medianoche, el creador estadounidense volvió a sacudir el catálogo de Netflix con una propuesta oscura, intensa y ambiciosa: La caída de la casa Usher.
Esta miniserie de ocho episodios se estrenó el 12 de octubre de 2023 y reinterpreta las obras de Edgar Allan Poe con un tono más grotesco que gótico, en una combinación que mezcla horror clásico con referencias contemporáneas y una buena dosis de crítica social.

Inspirada principalmente en el cuento homónimo, pero también en relatos como El corazón delator, El gato negro, La máscara de la muerte roja y El cuervo, la historia se sumerge en la decadencia de una poderosa familia marcada por la tragedia. Roderick Usher (Bruce Greenwood) y su hermana Madeline (Mary McDonnell) dirigen Fortunato, una empresa farmacéutica envuelta en escándalos por su rol en la crisis de opioides en EE.UU. Pero más allá de los juicios, lo que verdaderamente desestabiliza al clan es la muerte repentina de los seis hijos del magnate, en el lapso de solo dos semanas.
Detrás de cada fallecimiento, hay una figura en común: Verna (Carla Gugino), una mujer misteriosa que parece ser la ejecutora del destino, el karma o algo mucho más oscuro. “Se podría decir que es la manifestación del karma. Es una locura en el mejor sentido posible”, aseguró Gugino sobre su rol.

La narrativa se despliega como una confesión. Roderick, acompañado de una copa de coñac y la mirada vacía del que ya no tiene nada que perder, le relata al fiscal C. A. Dupin (Carl Lumbly) el historial maldito de su familia desde su antigua y decadente casa de la infancia.
Allí, en cada episodio, se revive una de las muertes del clan, todas inspiradas en distintos cuentos de Poe, y con guiños que los fans del autor celebrarán: hay cuervos, máscaras ensangrentadas, confesiones delirantes, muertes simbólicas y hasta un corazón eléctrico trasplantado a un mono.
Con una estética cargada, un humor negro tan ácido como el horror que presenta, y la incorporación de Mark Hamill como el siniestro Arthur Pym, La caída de la casa Usher no es solo una serie de terror. Es una sátira feroz sobre el poder, la herencia, el ego y los pactos que persiguen a las generaciones futuras. En palabras del propio Flanagan: “Es colorido, oscuro, empapado de sangre, malvado, divertido, agresivo, aterrador e hilarante”.