Días atrás Amalia Granata había revelado el diagnóstico de TDAH que recibió su hijo Roque Squarzon. Fue por eso que tras eso dio más detalles sobre cómo los profesionales de la salud pudieron diagnosticar a su hijo menor y algunas características de este trastorno.
En una entrevista con Mariana Fabbiani desde DDM (América TV), la política contó: “Tiene TDAH, Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad, y Dislexia”.
«Él ahora tiene 8 años y se dieron cuenta en la escuela. Me pasó que una vez que lo conté en la tele es increíble la cantidad de padres que me escriben a mí y mi marido para decir ‘que bueno que visibilicen el tema’”, expresó con sinceridad sobre la repercusión que tuvo haberlo contado públicamente. En esta línea, agregó: «No hay un sistema educativo que tiene esta condición diferente».
Sobre esto, hizo un contraste entre el pasado y el presente sobre este trastorno: “Antes, en la generación nuestra, era el vago, el que no quería escribir, el señalado de la clase y que lo mandaban al rincón. La verdad es que la pasaba mal y en ese momento nadie sabía qué era TDAH, pero hoy hay un montón de adultos que lo tienen”.

«Todo salta en el colegio, en preescolar él era muy revoltoso porque es hiperactivo y no se puede quedar quieto. Después pasa a primer grado y, no solo que no se podía quedar quieto, sino que él al ver que sus compañeros avanzaban y que él no podía por su dislexia y por no poder quedarse un minuto sentado prestando atención, se empieza a atrasar y eso lo empieza a frustrar”, explicó sobre los primeros indicios que tuvieron en cuenta para poder ser diagnosticado.
En cuanto a este problema escolar, contó: “Cuando los niños se frustran y no tienen la capacidad de poder expresar lo que les está pasando empiezan a comportarse de manera… se ponen agresivos, ansiosos, se enojan”.
Respecto a la experiencia de su hijo con el sistema educativo, contó: «Lamentablemente hubo mamás que se fueron a quejar y a mí nunca se me hubiese ocurrido porque mi hijo me contaba ‘má, tal me empujó’, pero jamás le pedí a la directora para decirle que tal nene empujó a mi niño”.

“La escuela no tiene los recursos porque adentro del aula de mi hijo hay un nene con autismo que tiene una acompañante, que la pone la escuela y que está abocada a full con ese nene, pero mi hijo que tiene dificultades necesita compañía que no se la puede dar la maestra porque tiene a 20 chicos más”, relató Amalia Granata.
Sobre algunos de los métodos que implementaron para que Roque avance en el colegio, reveló: “Hoy él escribe superpuesto, que es típico de la dislexia, y a veces es difícil la comprensión. Le resulta más fácil escribir en la computadora y uno de los métodos que tomó la maestra es que no escriba en el cuaderno y dictarle en la computadora porque a él le es más fácil apretar que escribir”.
Granata también se refirió a otras familias que tienen hijos con TDAH: “En los colegios públicos es muy difícil porque no tienen este tipo de acompañamientos y la mamá no tiene recursos para llevarlo a la psicopedagoga experta en lectoescritura que lo ayuda una vez por semana, de estar encima, de ir a un neurólogo, de comprarle la medicación que no es barata”.
Para finalizar, escribió: “Lo que le pasa a los chicos con TDAH es que muchos padres aceptan el tema de la medicación, pero lo hablamos con la neuróloga y nos explicó que no es adictiva, que lo puede tomar de por vida y que hay gente que con el pasar del tiempo mejora y la deja de tomar”.