Con solo nueve episodios de 12 minutos cada uno, Hombre vs Abeja (Man vs Bee) se posicionó entre las series más vistas de la plataforma. Su mezcla de caos, ternura y humor físico recuerda al inconfundible estilo de Mr. Bean, aunque con una vuelta de tuerca contemporánea que conquistó tanto a los nostálgicos como a las nuevas generaciones.
La historia sigue a Trevor, interpretado por Rowan Atkinson, un padre de familia torpe pero bienintencionado que consigue trabajo como cuidador de casas. Su primer encargo parece sencillo: vigilar una lujosa mansión repleta de obras de arte, autos de colección y un adorable perrito. Todo marcha bien hasta que una abeja aparece en escena… y desata una guerra épica.

A partir de ese momento, Hombre vs Abeja se convierte en una sucesión de enredos que escalan sin control. Lo que comienza como una simple molestia termina transformándose en una batalla entre hombre y naturaleza, donde cada intento de Trevor por deshacerse del insecto genera desastres cada vez mayores. La serie, compuesta por episodios breves y dinámicos, aprovecha cada minuto para provocar carcajadas.
Creada por el propio Atkinson junto a William Davies, y dirigida por David Kerr, la producción mantiene el sello característico del humor británico: situaciones absurdas, silencios cómicos y una precisión milimétrica en el timing de cada gag. La fotografía, a cargo de Karl Oskarsson, y la música de Lorne Balfe refuerzan el tono elegante de esta comedia familiar que puede disfrutarse en una sola tarde.
El elenco se completa con Claudie Blakley, Jing Lusi, India Fowler, Julian Rhind-Tutt y Chizzy Akudolu, quienes acompañan a Atkinson en una historia que, a pesar de su simplicidad, esconde una reflexión sobre el caos cotidiano y la obsesión por el control.

La crítica especializada la definió como “una premisa sencilla, pero efectiva, que ofrece el máximo humor y caos” (Ready Steady Cut), mientras que The Guardian la calificó con cuatro estrellas sobre cinco por su capacidad para divertir sin pretensiones.
En un panorama dominado por series largas y tramas complejas, Hombre vs Abeja ofrece justo lo contrario: humor directo, capítulos brevísimos y un protagonista que, como en los viejos tiempos, demuestra que basta una pequeña abeja para hacer estallar el caos.





