Corte total en la ruta 7 de Alta Montaña en Mendoza, lluvias récord en Córdoba y Santa Fe, un micro que terminó en una zanja y 40 pasajeros que tuvieron que ser rescatados de urgencia en La Pampa. La tormenta de Santa Rosa está pegando con una violencia inusual en gran parte del país. Y lo que se vivió hasta ahora podría no ser lo peor, según alertó el Servicio Meteorológico Nacional.
Para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) rige una alerta amarilla por precipitaciones que podrían acumular hasta 50 milímetros de agua. Se esperan chaparrones muy fuertes en cortos períodos, lo que podría generar inundaciones en varios puntos de la Ciudad y el Conurbano.
“Esta tormenta es el resultado de un centro de baja presión”, explicó el meteorólogo Marcelo Madelón. Y agregó: «Al ingresar desde Chile, ese centro se partió: una parte quedó del lado del Pacífico y otra del lado argentino. Y ahí se formó lo que nosotros llamamos una ciclogénesis”, explicó a Clarín el pronosticador meteorológico del aeropuerto de Córdoba y Licenciado en medio ambiente, Marcelo Madelón.
Desde allí, comenzó a absorber aire cálido y húmedo proveniente del noreste, mientras un frente frío avanzaba desde el sur. Ese choque, ese ascenso forzado del aire caliente, desató lo que este domingo están sufriendo millones de argentinos. «La suma de varias cosas ha dado lugar a que esta tormenta sea mucho más profunda», dijo el especialista.
Un temporal más extenso e inusual que lo que se suele ver a esta altura del año. “Una lluvia o tormenta cómo esta, para el centro y el oeste del país es típica de verano, no es típica de esta época del año”, afirmó Madelón.
Es más, según el meteorólogo, en algunos puntos del país este es el agosto más lluvioso de la historia.
La lluvia, que comenzó el sábado, dejó escenas pocas veces vistas. En Córdoba se acumularon entre 70 y 200 milímetros de agua en apenas unas horas. “Hay que recordar que en esta época del año la provincia de Córdoba no registra lluvias, con lo cual es mucho más inusual”, subrayó.
Hasta la tarde de este domingo, la capital cordobesa llevaba acumulados 99 mm. de precipitaciones en el mes, cuando lo normal para todo agosto son 8 mm.
«El anterior récord histórico había sido de 47 mm en agosto de 1994 con lo cual hemos duplicado y un poquito más el anterior récord histórico», dijo Madelón.
En San Juan, el especialista cuenta que en una sola jornada cayó casi un tercio de lo que llueve en todo el año. En Mendoza también llovió fuerte, con más mil incidentes registrados por Defensa Civil, pero sin evacuados. A las 16 dejó de llover y las rutas cortadas ya fueron rehabilitadas. Y en San Luis, la intensidad fue similar.
“Todo ese sector ya no estaría bajo alerta meteorológica, ya pasaría, pero todavía quedaría durante el día de hoy algo de lluvias en Mendoza, San Juan y San Luis”, explicó.

Tras el alivio en el oeste, el temporal apunta al este del país
Este domingo, mientras el oeste comienza a estabilizarse, la tormenta se desplazó hacia el este del país, afectando especialmente a Buenos Aires, Capital Federal, parte del Litoral y norte argentino.
“Córdoba ya está libre. El sector del país que queda complicado bajo alerta es el este del país, es decir, provincia de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Chaco y Corrientes”, detalló Madelón. En estas provincias rige una alerta amarilla emitida por el Servicio Meteorológico Nacional, que implica riesgo de anegamientos, complicaciones momentáneas y lluvias intensas en cortos períodos de tiempo.
Esta tarde se registró caída de granizo de importante tamaño en la ciudad de Santa Fe.
El lunes será el día más difícil. Se espera que desde la madrugada las condiciones se intensifiquen con lluvias fuertes, ráfagas de viento y tormentas, especialmente en la Ciudad de Buenos Aires, el Conurbano y el norte de la Provincia. «Si bien hay posibilidad de granizo, será muy aislado y de pequeño tamaño«, explicó el especialista.
La tormenta de Santa Rosa suele ser un fenómeno que se espera todos los años, aunque pocas veces se presenta con esta fuerza. La creencia popular ubica estos eventos climáticos alrededor del 30 de agosto, pero su aparición no siempre es tan precisa.
“La tormenta de Santa Rosa en realidad no siempre ocurre. Hay lugares del país donde no cae una sola en todo agosto. Lo que sí es cierto es que cinco días antes o cinco días después, el choque del aire cálido y húmedo con el aire frío y seco que normalmente sigue fluyendo todavía en esta época del año produce ese cambio de tiempo», advirtió el Licenciado.
Esta vez, el cambio fue drástico. Y aún quedan varias horas de tensión. La alerta amarilla —que implica la necesidad de informarse y estar atento a fenómenos que pueden alterar las actividades cotidianas— se mantendrá al menos hasta el lunes por la noche. Recién el martes se espera que el país quede libre de alertas.
Mientras tanto, Buenos Aires, el Litoral y parte del norte argentino deberán estar atentos. Porque si algo quedó claro en esta tormenta de Santa Rosa es que puede ser impredecible.
MG