La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires celebrará sus 50 años de vigencia con un repertorio de actividades y transformaciones que fueron anunciadas esta mañana en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno. Cambia el logo, cambia el acto de apertura, cambia la página web y suma una aplicación, cambia el acompañamiento —ya no de ciudades invitadas de honor, sino de países—, pero lo que permanece es el espíritu que su lema viene proponiendo desde 1975: del autor al lector. «Cincuenta años después, esa consigna sigue más viva que nunca», dijo Christian Rainone, titular de la entidad organizadora.

En el auditorio Jorge Luis Borges, colmado, se encontraban la ministra de Cultura porteña, Gabriela Ricardes; el embajador del Perú en la Argentina, Carlos Alberto Chocano Burga; representantes del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, que preside Florencia Saintout; y de la Secretaría de Cultura de la Nación, cuyo titular es Leonardo Cifelli; el subsecretario de Políticas e Innovación Educativa, Alfredo Domingo Vota; la directora de la Biblioteca Nacional, Susana Soto; Raúl Escandar, presidente de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), entre otros.
Ante ellos, Rainone aseguró que esa idea de unir a autores y lectores «se ha transformado en la esencia de nuestra identidad, porque si hay algo que ha distinguido esta feria, es la presencia de los grandes autores, tanto de la Argentina como del mundo, y, sobre todo, la participación masiva y fervorosa de nuestros lectores«.
Y agregó: «Quiero decirlo con claridad: si los autores nos han dado el prestigio, los lectores nos han dado la grandeza. Más de un millón de visitantes cada año confirman que esta es la cita cultural más importante de la Argentina y una de las más destacadas del mundo de habla hispana. La feria no existiría sin esa comunidad lectora que, generación tras generación, la ha hecho crecer y trascender».
Cambia, todo cambia
Cuando abra sus puertas el 23 de abril del año que viene en La Rural, la Feria del Libro será otra, y algunas de sus novedades fueron presentadas esta mañana. Ezequiel Martínez, director de la Feria, detalló que la edición 50 ofrecerá al público todo un pabellón dedicado a ese aniversario «para celebrarlo con ejes temáticos estratégicos, que incluyen exposiciones, espectáculos musicales, muestras inmersivas, propuestas innovadoras y multidisciplinarias para los lectores infantiles y juveniles, y el homenaje de ferias como Guadalajara, Frankfurt, Madrid, Bogotá, Nueva York, Colonia y festivales como Centroamérica Cuenta y el Festival Gabo. Una compañía que habla del sólido posicionamiento de la Feria de Buenos Aires en el marco internacional», señaló.
También explicó que, desde ahora, ya no habrá una ciudad invitada de honor (la última fue Riad, capital de Arabia Saudita): «Vamos a estar en sintonía con lo que vienen haciendo otras ferias en el mundo. Por ejemplo, la Feria del Libro de Guadalajara supo tener como invitado de honor a la Unión Europea; la de Bogotá, a la imaginaria Macondo, de Cien años de soledad. Yo acabo de regresar de la Feria del Libro de Santo Domingo, donde nuestra feria y otras de Iberoamérica fueron las invitadas de honor», enumeró.
Por eso, Martínez resaltó que las ferias del libro se adaptan y enriquecen: «Y en este aniversario, tendremos por primera vez, entonces, a un país como invitado de honor, y será, claro, un país hermano de América Latina», dijo, generando un misterio que se resolvió inmediatamente: será Perú.
Otro cambio importante es que en 2026 no habrá discurso inaugural y, con eso, tampoco habrá tribuna para los abucheos que fueron acompañando la presencia de autoridades nacionales y porteñas en los últimos años. «Queremos celebrar este medio siglo imaginando cosas distintas. Entre esas ideas audaces, convocamos a tres de las autoras más representativas de la narrativa argentina actual para que compartan el escenario inaugural en una conversación que nos hipnotice, nos interpele y nos deje pensando tanto como lo que escriben. Ellas son Leila Guerriero, Gabriela Cabezón Cámara y Selva Almada«, anunció.

Espacio emblemático
El embajador del Perú en la Argentina, Carlos Alberto Chocano Burga, aseguró que su país «recibe con profunda gratitud la invitación para participar como país invitado de honor en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, un espacio emblemático del pensamiento, la palabra y el encuentro cultural en nuestra región».
El diplomático consideró que el convite «constituye un reconocimiento a nuestra tradición literaria, una de las más fecundas y diversas de América Latina», y recordó la poesía de César Vallejo, las novelas de José María Arguedas, la voz luminosa de Blanca Varela y el talento de Mario Vargas Llosa, que «no solo encontró aquí lectores fervorosos, sino también amistades y complicidades literarias. Fue visitante asiduo de Buenos Aires, ciudad a la que admiró profundamente, y cultivó un estrecho vínculo con autores argentinos como Julio Cortázar, con quien compartió sueños y debates sobre el destino de nuestra literatura latinoamericana. Esa fraternidad intelectual es también testimonio del puente cultural que une al Perú y a la Argentina«, expresó.
En un momento político turbulento en Perú, con la destitución de la presidenta Dina Boluarte, el embajador aseguró que su país «estará presente en esta feria con una amplia muestra de nuestras artes y expresiones culturales, porque nuestra participación busca compartir la riqueza cultural del Perú en distintas áreas y visibilizarlo en la Argentina».
Sostén permanente de la Feria del Libro, la Ciudad de Buenos Aires acompañará esta edición histórica, y así lo expresó la ministra de Cultura, Gabriela Ricardes, que valoró la ocasión que permite tanto «revisar para atrás y entender que estamos en un momento muy importante porque estamos planteando, sin duda, los 50 años por venir».
Un puente para lectores
Ricardes saludó el proceso de reforma de la Feria: «Bienvenido el probar, el acertar y el equivocarse. Bienvenidos a hacer todo aquello que tengamos en nuestras manos para que más lectores crucen ese puente. Este hermoso lema que viene acompañando a la Feria del Libro desde hace tantos años y tan sencillo: del autor al lector. Este puente hermoso que ustedes ayudan a cruzar a millones y millones de personas».
Y aseguró que «desde la Ciudad de Buenos Aires sentimos esta feria propia, absolutamente intrínseca de lo que significa la vida cultural de la Ciudad de Buenos Aires» y garantizó que «vamos a estar, como siempre, apoyando, sosteniendo, colaborando».
Antes del cierre de la presentación, la Fundación El Libro mostró, con un video, el nuevo logo de la Feria, representado con un libro abierto, mientras que Christian Rainone anunció el desarrollo de una aplicación para celulares que permita aprovechar mejor la feria. Se comprometió a buscar un valor para que «las entradas sean cada vez más accesibles, sin descuidar, por supuesto, la calidad de nuestras propuestas culturales, que en esta edición número cincuenta estarán más que nunca a la altura de las grandes ferias del mundo».
También recordó que «la industria editorial enfrenta desafíos serios: el costo del papel, la escasez de papel, el peso del IVA sobre las librerías y un contexto económico muy complejo», pero insistió en que «quienes trabajamos en este sector sabemos que el libro no es solo un bien económico, es un bien cultural, social y democrático. Por eso seguiremos defendiendo políticas públicas y privadas que lo fortalezcan«.

Todos los chicos con un libro
Y anunció la renovación completa de la página web, un chequelibro para escuelas, con un aporte inicial de 200 millones de pesos que hará la Fundación El Libro con el objetivo de que «ningún chico salga de la feria sin un libro en la mano», dijo; también un chequelibro para la tercera edad; e innovaciones en el programa cultural «que incorporará música, propuestas inmersivas, espacios de arte, experiencias interdisciplinarias para enriquecer la vivencia de cada visitante y continuar con nuestro objetivo de alcanzar nuevos públicos».
Rainone agradeció el apoyo de las autoridades: «Al secretario de Cultura de la Nación, Leonardo Cifelli; al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri; a la ministra de Cultura de la Ciudad, Gabriela Ricardes; al ministro de Desarrollo de la Ciudad, Hernán Lombardi, que mañana estará lanzando una acción muy buena, que es un recorrido por las librerías de barrio, con el fin de ayudarlas y potenciarlas; y a la presidenta del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, Florencia Saintout; y al secretario general del Consejo Federal de Inversiones, Ignacio Lamotte, y a todos los funcionarios que se han comprometido a acompañarnos fuertemente en esta edición especial».
Y, para terminar, anunció que el precio de los stands será un 20 por ciento más caro para los espacios más pequeños y un 25 por ciento para los más grandes: «Porcentajes que quiero recalcar están muy por debajo de la inflación real. Esta medida busca apoyar la presencia de todos los expositores, especialmente de los más pequeños». Y cerró: «Sigamos construyendo juntos esta historia de libros, lectores y lecturas. Trabajemos todos para que esta sea la mejor feria internacional de la historia».