El joven acusado de provocar el siniestro vial que terminó con la vida de una familia en la Ruta Nacional 22 fue formalmente imputado y permanecerá en prisión preventiva mientras avance la investigación penal.

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Según comunicó el Ministerio Público Fiscal provincial, el conductor circulaba a una velocidad mínima superior a los 170 km/h, bajo los efectos de estupefacientes, utilizando su teléfono móvil y con un nivel de alcoholemia positivo.
El siniestro tuvo lugar el 21 de noviembre en el kilómetro 1204 de la ruta, a la altura de Allen. De acuerdo con la acusación, el joven conducía su camioneta de manera imprudente y antirreglamentaria, sin adoptar las medidas de prevención exigidas por la normativa vial. En esas circunstancias, impactó por detrás a un vehículo que permanecía detenido en el carril izquierdo y en el que viajaban dos mujeres de 60 y 30 años, junto a dos menores.

Tras el choque, el coche fue arrastrado más de 37 metros y acabó completamente incinerado. Las dos personas adultas fallecieron en el acto, mientras que, según las primeras evaluaciones, los dos niños habrían muerto por inhalación de hollín.
La imputación recayó sobre el delito de homicidio culposo cuádruplemente agravado, en virtud de la velocidad excesiva, el consumo de estupefacientes, el nivel de alcohol en sangre superior a 500 miligramos por litro y la cantidad de víctimas fatales.
La fiscalía detalló que la investigación reunió pruebas provenientes del procedimiento del Cuerpo de Seguridad Vial, de los objetos secuestrados en la camioneta y en el domicilio del acusado, de los análisis de alcoholemia y toxicológicos, así como del testimonio de un conductor que aseguró haber sido adelantado por la camioneta a gran velocidad mientras él circulaba a 120 km/h.

También se sumaron los resultados de la pericia accidentológica, fotografías del siniestro, el congelamiento de un perfil en redes sociales en el que el imputado habría publicado imágenes desde el interior de la camioneta minutos antes del hecho, un informe sobre su situación económica y registros de cámaras de seguridad de un bar de Allen.
Los abogados querellantes respaldaron la descripción del hecho y la valoración de la prueba realizada por el Ministerio Público. En cambio, la defensa se opuso a la formulación de cargos alegando que la imprudencia inicial correspondía al vehículo impactado. La Fiscalía, sin embargo, sostuvo que la conducta del imputado fue determinante y lo colocó como único responsable penal del desenlace.
Tras analizar los argumentos de las partes, la jueza de garantías tuvo por formulados los cargos y ordenó la prisión preventiva del joven durante el tiempo que dure la investigación.
Con información de Agencia NA



