El micro había partido de Caleta Olivia (Santa Cruz), en el sur del país, y tenía como destino La Plata. Eran 29 horas y media de viaje. Pero todo iba a terminar en tragedia, ya que el ómnibus pasó de largo en la rotonda de las rutas 51 y 76, para volcar en la banquina, cerca de General La Madrid, provincia de Buenos Aires. Murieron cinco pasajeros.
El hecho se produjo alrededor de las seis de la mañana de este domingo. «La zona está señalizada, pero es un cruce muy peligroso y ha habido un montón de accidentes en el lugar», contaron a Clarín fuentes de la investigación.
El micro era de Vía Tac, que pertenece a Vía Bariloche. Partió el sábado a las 9.20 de Caleta Olivia y antes del vuelco tuvo varias paradas. Las dos últimas, en Bahía Blanca y Coronel Pringles. El arribo estaba previsto para las 14.40 a la terminal de La Plata.
Según las fuentes, el vehículo quedó tumbado sobre su lateral izquierdo, en un lugar donde había agua acumulada producto de las lluvias. Algunas de las víctimas quedaron atrapadas. Todos los fallecidos eran adultos: tres mujeres y dos hombres.
En total iban 33 pasajeros, además de los dos choferes. Las ambulancias trasladaron a 25 personas al Hospital Mariano Echegaray, de General La Madrid. Otras cuatro fueron derivadas a un centro de salud de Laprida.
El jefe de Bomberos, Daniel Rodríguez, confirmó a Clarín que hubo cinco muertos y que esta tarde rescataron la totalidad de los cuerpos y que el ómnibus fue llevado al destacamento vial más cercano.
Apenas ocurrió la tragedia, se activaron rápidamente los servicios de emergencia. Personal médico y ambulancias de La Madrid, Líbano, Laprida y Coronel Pringles, compuesto por 11 médicos y 17 enfermeros, se desplazaron hacia la rotonda.

Lo mismo hicieron los bomberos de La Madrid y Laprida, quienes trabajaron arduamente para rescatar a las víctimas del micro, que quedó tumbado sobre un costado en la banquina. Los vecinos advierten que la rotonda «es muy peligrosa» y que se han registrado numerosos accidentes.
«Aparentemente pasó de largo, se comió la curva. No parece haber una participación de otro vehículo en el incidente, pero se especula con una mala maniobra del chofer del micro. Esto es un desastre porque hubo gente atrapada durante mucho tiempo«, confió uno de los bomberos que participó del rescate.
El conductor del micro fue identificado como Daniel Pereyra, de 35 años.
El caso es investigado por la UFI 7 del Departamento Judicial Azul, con sede en Olavarría, a cargo del fiscal Christian Urlezaga, que caratuló el caso como «homicidio culposo agravado por la pluralidad de víctimas fatales«. También trabaja su colega Belén Colantonio, de la Ayudantía Fiscal de General La Madrid.

Por lo pronto, las personas que no tuvieron lesiones importantes ni debieron ser hospitalizadas se encuentran en el polideportivo municipal de La Madrid. Allí, los asistió personal del equipo de Deportes del municipio.
«Tengo el brazo quebrado en tres partes»
Una de las pasajeras que iban dentro del micro relató en primera persona qué fue lo que ocurrió durante las primeras horas del domingo en la rotonda que une a las rutas 51 y 76, ambas provinciales. «Tengo el brazo quebrado en tres partes«, precisó.

En una entrevista con Crónica TV, Tatiana confirmó que se encuentra internada en el hospital de General La Madrid y contó lo que vivió en primera persona. «Me desperté por un movimiento brusco del micro y medio entredormida miré por la ventanilla. La velocidad del micro era muy alta. Y cuando me quise dar cuenta, el micro volcó en la rotonda», detalló.
Tatiana precisó que, al momento del vuelco, ella salió despedida del micro hacia el sector de la banquina. «Yo estaba a unos tres asientos del fondo. Mi cuerpo salió del micro y caí al pasto. Estaba lleno de barro. A mí la empresa me mintió. Yo compré un pasaje para ir en el piso superior, en el doble piso, pero salimos con un micro de un piso único. El micro venía desde Caleta Olivia y yo lo tomé en Viedma», explicó.
Y continuó: «Nos dijeron que en Bahía Blanca íbamos a cambiar por un micro por el que habíamos pagado, pero nos mintieron. No hubo cambio de micro y encima nos trataron muy mal. No nos dieron tiempo siquiera para ir al baño. Los choferes nos dijeron que estaban retrasados».
DD – EMJ