Un halo de misterio que en moda representa una poderosa declaración de intenciones. Los tejidos que dejan entrever la piel desnuda son desde tiempos ancestrales sinónimo de lo sensual y femenino. Lo evidenciaba la eterna Rita Hayworth en Bailando nace el amor (1942) con aquel vestido de gasa negro que emulaba el encaje de la lencería.
]]> Se presentan en delicados tejidos de gasa o tul, sin nada debajo para naturalizar de una vez por todas los pechos femeninos