Tras dos meses de ausencia, Rodrigo Garro volvió a jugar este domingo en el partido en el que el Corinthians venció 2 a 0 a São Bernardo FC por los octavos de final del campeonato Paulista. El volante de 27 años ingresó a los 54 minutos y tuvo un conmovedor recibimiento, que incluyó fuegos artificiales. Los hinchas lo aplaudieron de pie, para demostrarle el cariño y el respeto que tienen por el futbolista argentino, quien atravesó un difícil momento durante las vacaciones.
En su vuelta, el delantero lució el número ‘8’ en su camiseta que mantendrá durante toda la temporada, el mismo que usaba Sócrates, el máximo ídolo de la institución. Al ingresar al campo de juego, las tribunas del estadio Neo Química Arena se iluminaron con un mosaico formado con ese número, mientras el club celebraba con fuegos artificiales, uno de los momentos más emotivos de la noche.
Una vez finalizado el partido, Garró se refirió al episodio: «Estoy bien, claramente no fue un inicio de año fácil para mí, para mi familia. La vida a veces se da vuelta en un segundo pero toca ser fuerte, tengo una familia que no me deja caer nunca”.
Además, expresó su agradecimiento al cuerpo técnico encabezado por el riojano Ramón Díaz, que también lo acompañó en este duro momento: «Ellos son parte de que hoy yo haya podido volver a jugar y de que esté mentalmente bien”.
Por su parte, el DT riojano elogió al talentoso enganche: «En los pocos minutos que jugó, Garro demostró la jerarquía que tiene. Seguramente si sigue a este nivel tendrá una oportunidad en la Selección Argentina, porque la categoría y el tiempo que tiene es de un jugador de primer nivel. Me alegro por él».
Desde que arrancó su ciclo en el Corinthians a mediados del 2024, Rodrigo Garro fue un jugador fundamental para el equipo brasileño: disputó 62 partidos, metió 13 goles y 14 asistencias. Su desequilibrio en el uno contra uno y su precisión en los pases, lo convirtieron en una pieza decisiva del ataque del Timão.
Cómo sigue la causa de Rodrigo Garro
Tras lo sucedido en La Pampa, el futbolista fue imputado por homicidio culposo. El test de alcoholemia realizado en ese momento arrojó un nivel de 0,54 gramos de alcohol por litro de sangre. A pesar de la gravedad de los hechos, el fiscal a cargo no solicitó medidas más estrictas, como la prohibición de salida del país o la detención porque argumentó que no existían elementos que indicaran riesgo de fuga o de entorpecimiento del proceso.
En caso de ser condenado, el exfutbolista de Talleres podría recibir una sentencia de dos a cinco años. Todavía se está a la espera del comienzo del juicio. Hasta el momento, el juez solo ordenó la inhabilitación de Garro para conducir.