Casi no tuvo tiempo de elaborar la derrota. Cinco horas después de que el PRO perdiera una elección en la Ciudad tras 18 años de victorias, el ex presidente y líder del partido amarillo Mauricio Macri se fue de viaje a Madrid. A las 23.30 de ese domingo fatal, se subió a un avión Dassault Falcon 900EX en un vuelo privado que lo llevó a a la capital de España previa escala en la isla de Espargo en Cabo Verde. Lo acompañaba su esposa, Juliana Awada y unos amigos el empresario del sector energético Alejandro Macfarlane y su pareja Clara Echevarrieta Gowland.
En Madrid, Macri participará de un homenaje a Mario Vargas Llosa y aunque estaba planeado con anticipación fue una gran excusa para salir rápido de la escena tras la derrota. El periplo continuará por Medio Oriente y recién en 15 días volvería a Buenos Aires. Pero la distancia de Macri no logra apaciguar el hervidero en el que se convirtió el PRO. El tercer puesto de Silvia Lospennato (detrás de Leandro Santoro y Manuel Adorni) dejó en evidencia una crisis interna donde se cruzan acusaciones, hay amenazas de rupturas y de pases a La Libertad Avanza.
En Argentina y lejos de España, los dirigentes del PRO acumulan reproches y algunos incluso se animan a cuestionar a las figuras centrales del partido. Hay broncas contra el ex presidente y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, por haber impulsado fuerte el adelanto de las elecciones y por intentar municipalizar el debate para imponerse, algo que al final no sucedió. El voto a Manuel Adorni duplicó a los que obtuvo Silvia Lospennato.
Los reproches se acumulan contra el estratega electoral, el catalán Antoni Gutiérrez-Rubí que ostenta el récord de haber perdido las tres elecciones en las que participó en la Argentina. Con Cristina Kirchner en 2017, luego con Sergio Massa en 2023 y ahora con el PRO. Gutiérrez-Rubí apoyó el adelantamiento.
En el medio de esos tironeos, también hay cuestionamientos a algunas figuras de la gestión porteña. Muchos dirigentes apuntan contra el secretario de Atención Ciudadana, César «Tuta» Torres, un hombre de confianza del jefe de Gobierno porteño que estaba encargado de la cuestión territorial. Macri, el alcalde, lo trajo de su gestión en Vicente López y mucho creen que su trabajo fue al menos insuficiente. También aparecieron rumores que sostenían que María Eugenia Vidal podía ingresar al Gabinete para robustecer la gestión, algo que descartaban cerca de la diputada.
En medio de ese clima, este martes, el jefe de Gobierno buscó calmar las internas y aseguró que no habrá cambios en el Gabinete porteño y reconoció que “el resultado de la elección fue darle el crédito al Presidente de que el camino emprendido es el correcto”.
En paralelo las negociaciones y amenazas de pases a La Libertad Avanza están en marcha. Los libertarios ya hicieron saber que no habrá alianzas en la provincia de Buenos Aires y que la única manera de que vayan juntos es que los dirigentes se pasen al partido violeta.
El encargado de las negociaciones en la Provincia es Cristian Ritondo de aceitado vínculo con Sebastián Pareja, el armador libertario en le Provincia, y con Santiago Caputo. Con este último cenas y asados de camaradería en el departamento que tiene el dirigente PRO.
El diputado del PRO quedó empoderado para llevar adelante los acuerdos y hay varios dirigentes provinciales que están dispuestos a pegar el salto.

Uno de los más entusiasmados es Diego Santilli, el diputado del PRO que desde hace meses busca acercarse a los libertarios y que trabaja en tándem con Ritondo. Ambos participaron de reuniones públicas con Karina Milei y Sebastián Pareja.
Tras la elección del domingo, el Gobierno armó al día siguiente un encuentro para diagramar la estrategia en la Provincia. Estuvieron Karina «El Jefe» Milei, Eduardo «Lule» Menem y su primo Martín y Pareja. «El Jefe» les dijo que este último iba a ser el encargado de negociar con Ritondo el acuerdo en la Provincia.
Entre los intendentes del PRO, como publicó Clarín, hacen punta el de Mar del Plata, Guillermo Montenegro; el de San Isidro, Ramón Lanús y el de Junín, Pablo Petrecca. Pero hay otros que resisten, como la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez, que quiere mantener el sello del PRO. El argumento de los que no quieren saltar es que en las elecciones desdobladas de la Provincia (que serán el 7 de septiembre) los municipios tienen fuerza electoral y la Libertad Avanza casi no tiene candidatos propios.