La emblemática escultura de San José que durante décadas formó parte del predio del Buen Pastor fue trasladada a la parroquia San José, en el barrio Alto Alberdi. Con esta acción, la Provincia formalizó la restitución establecida en el acuerdo firmado entre la Agencia Córdoba Cultura y el Arzobispado de Córdoba, que busca resguardar bienes patrimoniales de alto valor simbólico y religioso.
La pieza, un bloque de mármol de 1,70 metros y unos 1.200 kilos de peso, es obra del escultor ítalo-argentino O. Cabrielli Barsanti, integrante de una generación destacada de artistas litúrgicos cuyas creaciones se observan en templos y colegios religiosos de todo el país. Su impronta, discreta en la firma ubicada al pie de la obra, se convirtió en parte de la historia del antiguo convento y correccional de mujeres que ocupó el Buen Pastor durante más de un siglo.
Un traslado cargado de significado
La reubicación de la imagen no solo responde a criterios de conservación, resguardo y correcta administración del patrimonio cultural, sino que además adquiere un valor especial: su llegada coincide con el 80° aniversario de la parroquia San José, un acontecimiento que refuerza la dimensión espiritual y comunitaria de la obra en su nuevo destino.
“Esta restitución del Estado provincial se inscribe en una política de puesta en valor y cuidado del patrimonio histórico y religioso de todos los cordobeses”, señaló el presidente de la Agencia, Raúl Sansica, quien destacó el trabajo conjunto con el Arzobispado para concretar el traslado.
En la misma línea, Ignacio García Vieyra, director del Paseo del Buen Pastor, celebró la entrega de la escultura y subrayó la importancia de que el templo reciba la pieza en un año tan significativo para su comunidad.
Un operativo delicado
El traspaso requirió un complejo operativo técnico. El arquitecto del Arzobispado, Javier Correa, explicó que para extraer la escultura fue necesario montar una estructura especial con andamios, malacates y aparejos que permitieran descalzarla sin dañar la capilla donde permaneció en los últimos años. Tras su embalaje, fue retirada hacia la explanada del predio y posteriormente una hidrogrúa realizó la maniobra de traslado hasta la parroquia, donde ya descansa sobre un basamento construido especialmente para su exhibición en el atrio.
Una pieza ligada a la memoria del Buen Pastor
La escultura integró durante décadas los espacios del antiguo convento y la ex cárcel de mujeres, formando parte del primer patio del complejo, hoy espacio cultural y turístico, y estaba ubicada originalmente en el sector donde hoy se alzan los mástiles de las banderas. Su permanencia atravesó distintas etapas de transformación del edificio, simbolizando un vínculo profundo con la historia espiritual y social de la zona.
Con su llegada a Alto Alberdi, la imagen de San José inicia una nueva etapa, en un espacio que celebra ocho décadas de vida comunitaria y que ahora suma a su patrimonio una obra que por años fue parte silenciosa del devenir del Buen Pastor.
La construcción en Córdoba subió 2,5% en octubre y el metro cuadrado roza los $800 mil





