La víctima, Madison Riley, estudiaba para ser docente y cuidaba a los perros como un trabajo ocasional. El ataque ocurrió en Tyler, Texas, cerca de las 16:15 del viernes. La justicia ordenó la eutanasia de los animales.
La estudiante universitaria Madison Riley Hull, de 23 años, murió el viernes por la tarde tras ser brutalmente atacada por tres pitbulls en una vivienda de Tyler, Texas, mientras los cuidaba. El episodio ocurrió alrededor de las 16:15, cuando un vecino escuchó gritos desesperados y llamó al 911, alertando a las autoridades del condado de Smith.
Un llamado desesperado y una escena devastadora
Al llegar al lugar, agentes del Smith County Sheriff’s Office encontraron a la joven sin vida en el patio trasero, con múltiples heridas producto del ataque. Según relató el sargento Larry Christian, uno de los perros se lanzó contra un oficial, quien debió disparar en defensa propia y mató a uno de los animales. Los otros dos quedaron bajo custodia.
La vida de Madison: vocación docente y amor por los animales
Madison cursaba sus últimos seis meses en la University of Texas at Tyler, donde estudiaba Educación Inicial. Su madre, Jennifer Hubbell, recordó que su vocación nació al acompañar a su hermano menor, diagnosticado con autismo.
“Sus alumnos la adoraban, tenía un don para hacer sentir a cada niño seguro y querido”, escribió Hubbell. “Madi era amor, luz y bondad. Vivía con un espíritu libre que animaba a quienes la rodeaban”.
La joven tenía experiencia como niñera y cuidadora de perros y había trabajado previamente para la familia propietaria de los pitbulls.
Un cambio de actitud en los perros y una tragedia inesperada
Días antes del ataque, Madison había comentado que notaba un cambio en el comportamiento de los animales. “Dijo que no siempre habían sido así”, relató su madre, aún conmocionada por lo ocurrido. Los dueños de la casa se encontraban fuera de la ciudad al momento del hecho.
Este miércoles, la Justicia ordenó la eutanasia de los dos perros sobrevivientes del ataque, después de que los investigadores calificaran la agresión como “repentina y brutal”.



