El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió una investigación sobre el contenido de los museos, a los que acusa de ser «woke«, especialmente en relación con la historia de la esclavitud.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, el mandatario republicano lleva adelante una cruzada contra las instituciones educativas y culturales estadounidenses que según él apoyan la ideología «woke», un término peyorativo de la derecha radical para designar las políticas de fomento de la diversidad.
«Los museos de Washington, pero también de todo el país, son en esencia los últimos vestigios del ‘wokismo'», denunció Trump en su red Truth Social.

«He dado instrucciones a mis fiscales para que revisen (las políticas de) los museos e inicien exactamente el mismo proceso que se ha seguido con las universidades, donde se han logrado enormes avances», agregó el multimillonario conservador. «Este país no puede ser ‘woke’ porque el ‘wokismo’ se ha terminado», proclamó.
Una veintena de museos
La Casa Blanca anunció, en una carta dirigida a la Smithsonian Institution, que gestiona una veintena de museos en Washington, que el gobierno realizará un examen exhaustivo de las exhibiciones para garantizar su «alineamiento» con la visión de Trump de «restaurar la verdad y la cordura en la historia estadounidense».
«La Smithsonian está fuera de control», volvió a clamar Trump, al lamentar que «todo lo que se discute es lo horrible que es nuestro país, lo terrible que fue la esclavitud y lo poco que han logrado los desfavorecidos, nada sobre el éxito, nada sobre lo positivo, nada sobre el futuro».
El mandatario apuntó que las galerías del Smithsonian, consideradas entre las mejores del mundo, son «el último segmento que queda de lo ‘woke’ (progresismo)», pero aseguró que por poco tiempo.

«No vamos a permitir que esto suceda, y he instruido a mis abogados que revisen los museos y comiencen exactamente el mismo proceso que se ha hecho con colegios y universidades, donde se ha logrado un tremendo progreso», añadió.
El republicano hizo referencia a una carta que la Casa Blanca envió al secretario de la institución, Lonnie Bunch, para informarle de que llevarán a cabo «una revisión interna integral».
Ocho de las cerca de 20 instituciones de la red estarán obligados a modificar aquellas exhibiciones que se consideren influidas ideológicamente y sustituirlas por contenidos que a su juicio sean precisos y promuevan la unidad.
«Este país no puede ser ‘woke’, porque lo ‘woke’ está acabado. Tenemos el país más popular del mundo, y queremos que la gente hable de ello, incluso en nuestros museos», concluyó su mensaje.
El presidente estadounidense firmó en marzo pasado un decreto para retomar el control del contenido de los museos de la Smithsonian, a los que ya había acusado de «revisionismo histórico» y «adoctrinamiento ideológico» racial, especialmente durante los gobiernos de sus predecesores y opositores políticos, los demócratas Barack Obama (2009-2017) y Joe Biden (2021-2025).

El gobierno estadounidense justificó estas medidas contra los museos –que también afectan al centro cultural de Washington, el Kennedy Center– por el 250 aniversario de la independencia de Estados Unidos, que se celebrará en 2026.
Desde entonces, en diversas ocasiones se ha acusado al mandatario de estar presionando a la institución. Entre otras cosas, despidió a la directora de la National Portrait Gallery de Washington, Kim Sajet, en mayo.
Trump busca depurar a museos y universidades de lo que considera ideas progresistas a favor de las minorías. Tomados de las luchas afroestadounidenses, los términos en inglés «woke» y «wokismo» refieren a «estar despierto» ante las injusticias.
Con información de EFE y AFP.