Donald Trump dio este viernes un paso para politizar una parte del gobierno que se creía independiente. Al más puro estilo autoritario, putinesco que se diría, Trump ordenó a su equipo que despida “de inmediato” a la comisionada de Estadísticas Laborales, Erika McEntarfer, porque no le gustaron los malos números registrados en cuanto a la creación de empleo el pasado mes. La acusó sin prueba alguna de amañar los números en su contra.
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