De acuerdo con las pesquisas, la red operaba inicialmente en la ciudad argentina de Posadas.
Una compañía hasta ahora no identificada está usando grupos de Facebook* para ofrecer el servicio de “escaneo de ojo” (iris) a personas que residen en barrios pobres de la ciudad paraguaya de Encarnación, a cambio de un monto exiguo en moneda local equivalente a entre seis y 18 dólares estadounidenses, según consta en una denuncia presentada por autoridades de la urbe, reportan medios locales.
La técnica empleada para capturar imágenes de alta resolución del iris permite obtener un dato biométrico único e intransferible, tanto como puede serlo una huella dactilar. Así, el concejal Andrés Morel, advirtió que se trata de una información que podría ser empleada con fines deshonestos.
“No hay un humano que tenga un iris similar [a otro]. Si en celulares y bancos se usa reconocimiento facial, un escaneo de ojos nos da una identidad única que puede ser usada para otros fines”, alertó.
Investigación en curso
La Junta Municipal de Encarnación inició una investigación y pidió la colaboración del Departamento de Delitos Económicos de la Policía Nacional paraguaya.
De momento, las pesquisas han arrojado que se trata de una red que operaba desde la ciudad argentina de Posadas, a donde se trasladaban los interesados, que posteriormente se asentó en la urbe paraguaya. Morel reveló asimismo que se piensa que varias personas consintieron que sus iris fueran escaneados y recibieron como contraprestación unos 18 dólares, pagados en moneda local.
Empero, el funcionario matizó que las pesquisas aún son incipientes y no se ha logrado establecer ni el origen ni la finalidad de este esquema de captura de datos biométricos, aunque aparentemente se han recabado algunos indicios sobre los involucrados.
No son los únicos
No se trata de una situación inédita en América Latina. El pasado año, la empresa World ID, propiedad del CEO OpenAI, Sam Altman, ofreció pagar 30 dólares a cada persona que aceptara escanear su iris como parte de su proyecto para crear una identidad digital universal asociada a una billetera virtual. Cientos aceptaron la propuesta.
El portal NPY puntualiza que este caso ha abierto el debate sobre la protección de datos en el país y el aprovechamiento de la precariedad económica como mecanismo para extraer información sensible, sin que se conozcan las consecuencias de entregársela a terceros.
