El miércoles 27 de agosto por la mañana, vecinos de General Rodríguez alertaron sobre la presencia de una gran cantidad de animales muertos a la vera de la Ruta 24, en el tramo que va desde calle Corrientes hasta el río Irigoyen.
El hallazgo se produjo alrededor de las 11 horas y los registros visuales muestran varios animales, algunos de raza, que aparentemente estaban en buen estado al momento de ser abandonados. Según uno de los vecinos que encontró los cuerpos, «eran entre 10 y 15 perros y gatos que se veían en buen estado, algunos de raza, manipulados por alguna práctica veterinaria al parecer, porque tenían catéteres y otros elementos médicos».
La aparición de estos animales muertos en un espacio público preocupa no solo por el impacto ambiental, sino también por los posibles riesgos sanitarios para los vecinos y la fauna local.
Este hecho no es aislado en General Rodríguez. Hace pocas semanas, vecinos también documentaron otro macabro hallazgo en el monte del Hospital Vicente López, donde se encontraron restos animales en condiciones similares, lo que generó una fuerte reacción en la comunidad y reavivó el debate sobre el cuidado ambiental y la vigilancia en espacios públicos. Ambos episodios ponen en evidencia la necesidad de una mayor supervisión y acciones concretas por parte de las autoridades para proteger el entorno y la salud pública.
Tras ese hallazgo anterior, el Municipio y la ONG SOS CAN se pronunciaron públicamente, comprometiéndose a profundizar los controles y a trabajar en conjunto para evitar que situaciones similares vuelvan a repetirse. En aquel momento, ambas entidades destacaron la importancia de la colaboración ciudadana y la responsabilidad institucional para garantizar el bienestar animal y la seguridad ambiental en General Rodríguez.
