La guerra del taxi sigue quemando etapas a la espera de la nueva ley catalana que debe regular el transporte de viajeros en vehículos de hasta nueve plazas. Hoy ha sido el turno de Uber, que ha anunciado el despliegue en Barcelona de su modelo de negocio Uber Green, con el que los clientes podrán reservar un coche 100% eléctrico, es decir, de cero emisiones. Por el momento serán 100 vehículos (30 de los cuales, un Cupra Tavascan), pero la multinacional tiene previsto ir ampliando la flota en los próximos meses.
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Ha llovido mucho desde 2014, año en el que Uber Pop entró en la capital catalana como un elefante en una tienda de Lladró. Aquel desembarco prendió la mecha de la guerra del taxi, que acumula una década de conflicto en la que, de momento, las cosas se han decantado del lado de las licencias negras y amarillas. La pequeña aldea gala en la que se ha convertido Barcelona está ahora pendiente de la nueva normativa, una ley que empezó a redactar Esquerra y que está a punto de ser rematada por el Govern del PSC. Está por ver si el texto mantendrá el pie en el cuello de las licencias VTC o si, por contra, se les dará el pábulo que hasta ahora siempre se les ha negado en la capital catalana y su entorno metropolitano.

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Felipe Fernández Aramburu, director general de Uber en España y Portugal, no se ha mostrado especialmente esperanzado con la nueva ley, razón por la que ha centrado la presentación del nuevo producto de movilidad sostenible en datos que, a su modo de ver, avalarían la necesidad de muscular el negocio de las VTC. Ha explicado que la app de Uber se abrió en Barcelona durante 2024 un total de 17 millones de veces para solicitar un servicio, un crecimiento del 80% respecto al ejercicio anterior. Y no solo son turistas o profesionales que vienen a una feria, también hay gente local: “Entre 150.000 y 200.000 personas que residen en Barcelona usan la aplicación cada mes”.
Con nosotros, los taxistas pueden llegar a ganar el doble que con los clientes de mano alzada”
Felipe Fernández AramburuDirector general de Uber en España y Portugal
El responsable de la empresa en España y Portugal también ha he hecho referencia a la creciente relación de Uber con el taxi. Según sus datos, ya son 2.000 los taxistas metropolitanos que a diario utilizan su aplicación para conseguir un viaje. Solo en los últimos seis meses, ha indicado, se han dado de alta medio millar. “Con nosotros pueden llegar a ganar el doble que buscando cliente de mano alzada por la calle”, ha argumentado Fernández Aramburu.
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Barcelona, después de Madrid, Málaga y Murcia, se convierte en la cuarta ciudad de España en incorporar Uber Green, una carrera ambiental con la que la multinacional espera, en 2040, poder llegar al 100% de su flota con cero emisiones. Ese es el objetivo planetario, pero está por ver qué pasa en Barcelona, donde todo depende de la nueva ley que regulará el sector y que deberá discutirse y aprobarse en el Parlament en los próximos meses. Uber teme que el Govern quiere reducir un 30% la cifra de VTC (ahora son unas 3.700), cosa que dispararía los tiempos de espera de los usuarios. Si ahora es de una media de nueve minutos, calculan que podría escalar hasta la media hora.

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Mane Espinosa
Con todo, la compañía lamenta que Barcelona “esté 10 años atrás en el debate de las VTC” y asegura que la demanda actual permitiría incrementar la cifra de taxis (congelada en algo más de 10.500 licencias desde los años 90) un 50%. Y por ende, claro, también tiene margen de crecimiento su negociado de vehículos de alquiler con conductor. “No entiendo por qué se escucha tanto a una minoría tan reducida”, ha compartido el responsable de Uber, en referencia a Élite Taxi, y en concreto, a su portavoz, Tito Álvarez, la persona que en los últimos años ha liderado la presión del taxi para frenar a las VTC.
La idea de la multinacional es quedarse en Barcelona. Puede que sea por las buenas, con una ley que les permita operar, o por las malas, con una lluvia de demandas tanto en España como en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Por ahora, coches 100% eléctricos ya disponibles. Mañana, ya se verá.