La familia Jaitt volvió a quedar en el centro de la escena mediática. En las últimas horas, Valentino Yospe, hijo de Natacha Jaitt, denunció públicamente a su tío Ulises por maltrato. El joven, de 17 años, aseguró que sufrió situaciones de violencia psicológica y maltrato físico mientras estuvo bajo su cuidado. Lo hizo durante una entrevista con Fernanda Iglesias para Puro Show (eltrece).
Frente a la repercusión que generó el tema, esta mañana Ulises Jaitt compartió unos breves dichos en diálogo con GENTE. El conductor tomó la posta tras las fuertes declaraciones de Valentino.
“No voy a hablar del tema por respeto a mi hermana Natacha, le deseo lo mejor a mi sobrino”, dijo en diálogo con este medio. Consultado por si creía que el silencio sería algo que su hermana agradecería en un momento como éste, insistió reiterando su declaración en la que le expresa «lo mejor» a Valentino.
Por otra parte, en relación a la denuncia propiamente dicha enfatizó que no se trata de un proceso que (al menos hasta el momento) siga una vía judicial: “No tengo que enfrentar nada. No estoy citado a ningún lado”.
Como era de esperarse, la situación generó un fuerte impacto y abrió un nuevo capítulo en la compleja historia de la familia, marcada por la pérdida y la exposición mediática. Los últimos tweets de Ulises datan del pedido de justicia por la muerte de su hermana («La mataron luego de denunciar una red de pedofilia. Estaba viva y lúcida, murió en 21 minutos», insistió, como una y mil veces.) Pero no volvió a usar las redes desde el 13 de septiembre.
La fuerte denuncia de Valentino Yospe, hijo de Natacha y sobrino de Ulises
En la entrevista que le brindó a Fernanda Iglesias, Valentino reveló que, tras la muerte de su madre y desde los 8 años, padeció maltratos físicos y psicológicos por parte de su tío Ulises. Según relató, fue golpeado, arrastrado por la casa y sometido a un control constante que incluía la rotura de sus teléfonos para lograr aislarlo.
El joven también narró que, al llegar a la adolescencia, decidió escaparse de su casa y comenzar terapia. Más tarde, se animó a realizar una denuncia por violencia familiar para lograr que su tío dejara de convivir con él. “Construyó una fachada de persona protectora, pero la realidad era otra. Yo quiero que se conozca la verdad”, afirmó contundente.
Tras años sufriendo violencia, Valentino se refugió en un hogar judío que lo albergó más de un año. “Ellos notaron lo mal que lo estaba pasando. Hizo dos denuncias y con esta última le dieron un botón antipánico, le dejaron la casa que era de su madre y que corresponde a él y su hermana y le pusieron una perimetral a Ulises, que no puede acercarse a 300 metros ni comunicarse de ninguna manera”, contó Fernanda Iglesias, quien accedió a la historia completa de primera mano.
La palabra de Antonella Olivera, la hermana de Valentino
Tras la difusión de las declaraciones de Valentino, su hermana Antonella tomó sus redes para compartir un mensaje en el que expresó su apoyo, aunque también marcó un límite respecto a la exposición pública de asuntos familiares.
En una historia de Instagram, la joven escribió: “Sé que en los últimos días se habló públicamente de una situación muy dolorosa que involucra a mi familia. Como hermana, acompaño a mi hermano en lo que siente y respeto profundamente su voz y su valentía al expresarse«.
«Al mismo tiempo, creo que no me corresponde exponer temas tan íntimos en los medios. Hay situaciones familiares muy dolorosas. Agradezco el respeto y el espacio para que cada uno pueda transitar su camino como lo necesite”, agregó.
Cómo era la relación de Ulises con Natacha
El vínculo entre Ulises y su hermana Natacha estuvo marcado por la complicidad y la exposición pública. A pesar de las diferencias y las tormentas que atravesó la mediática en vida, Ulises siempre se mostró como un sostén incondicional.
Tras la muerte de Natacha en febrero de 2019, Ulises se convirtió en la figura de referencia para sus sobrinos. En reiteradas entrevistas, había contado lo difícil que fue asumir ese rol repentinamente y cómo intentó darles estabilidad en medio del dolor y la incertidumbre.
“Lo hice por amor a mi hermana y porque sus hijos merecían tener alguien que los cuidara de verdad”, había declarado en varias oportunidades. Esa herencia de responsabilidad es la que, asegura, hoy lo enfrenta a un momento que jamás imaginó vivir.
Que hoy Valentino haya logrado poner en palabras una situación que describió como abusiva vuelve a poner sobre la mesa el delicado equilibrio que los Jaitt intentaron mantener tras la muerte de Natacha, un deceso doloroso que quedó bajo el manto de la sospecha.
