Tras la confirmación de la muerte del Papa Francisco, Nelson Castro viajó a Italia para cubrir de cerca la despedida al Sumo Pontífice. En medio de su cobertura, el comunicador no pudo contener el llanto luego de que sus compañeros le hicieran una serie de elogios en vivo.
El periodista se encontraba en las inmediaciones del Vaticano dialogando con algunos turistas que se acercaron hasta dicho punto turístico para despedir al líder de la Iglesia Católica. Fue entonces cuando interceptó a una mujer e intentó hacerle una corta entrevista con intenciones de saber por qué se encontraban ahí.
El inconveniente se dio cuando la turista no pudo responder sus preguntas en inglés. Para sortear este momento, el periodista comenzó a hacerle la pregunta en diferentes idiomas hasta que pudo comunicarse con la mujer.

Al finalizar sus reportaje, Paula Bernini, quien se encontraba en el piso desde Buenos Aires, dijo con mucha alegría: «Hablaste en alemán, inglés, italiano y francés. No hay mejor persona que pueda estar ahí representándonos. Es un orgullo, Nelson».
Con suma elegancia, de traje y anteojos de sol, el periodista estrella de la señal televisiva TN expresó desde Italia: «Te pido que no me hagas emocionar más».
Ante esto, Mario Massaccesi, quien también estaba presenciando este momento desde el piso en Argentina, le dijo con orgullo: «No estás ahí de casualidad. Es el resultado del trabajo y la preparación durante toda su vida. Es un ejemplo humano, personal y profesional. Es algo muy difícil de conseguir en estos tiempos. Felicitaciones y agradecimientos eternos».

Fue luego de estas palabra que Nelson Castro se acomodó los anteojos de sol y limpió algunas de las lágrimas que comenzaron a caer sobre su rostro. «No me hagan emocionar más«, dijo y saludó a cámara pidiendo cortar el vivo.
«Admiración. Me sumo a lo que dice Mario. Te admiramos y te queremos mucho. Nelson Castro a la cabeza de este móvil desde Roma… ¡Ay, ese suspiro!», cerró Paula Bernini emocionada.
Nelson Castro recordó sus últimas charlas con el Papa Francisco
Desde Plaza San Pedro, en la ciudad del Vaticano, el periodista había recordado: “El tema de la rodilla fue un tema bisagra en su salud. Es un tema que lo hablé con él cuatro veces y no hubo manera de convencerlo de que se tenía que operar«.
En esta línea, había dicho: «A partir de su rodilla, de la falta de caminar, su salud empezó a tener un declive que terminó como terminó. Ese es un punto clave”.
“Cada vez que lo pienso y me acuerdo con la obstinación que me respondía que no se quería operar de la rodilla porque decía que tenía un problema de mala recuperación de las anestesias. Le decíamos ‘mire su Santidad, se opera con anestesia local y una leve sedación’. Pero no hubo forma de convencerlo. Y esa fue una bisagra en su salud física y política”, dijo desde Italia.
Sobre esto, también había precisado: “No hubo forma. Mirá que lo vino a ver el médico del Atlético Madrid. Le dijo ‘la solución es que hay que operarlo de la rodilla’. Porque él tenía una rotura de ligamentos. […] Era un paciente difícil”.